– Tras lectura de la Carta Apostólica, hoy viernes 30 de abril de 2021, Monseñor Aldo Giordano, delegado del Papa Francisco, decretó la Beatificación del doctor José Gregorio Hernández Cisneros, en una misa concelebrada con el Cardenal Baltazar Porras y el Cardenal emérito Jorge Urosa Savino.
– Finalmente se hizo realidad el evento esperado por millones de fieles en Venezuela y el mundo durante más de cien años, tal como anunció el Cardenal Porras al inicio del acto
– En el austero y emotivo acto, celebrado en la iglesia San Juan Bautista de La Salle, se develó su imagen como beato, un mosaico realizado por el artista larense Luis Enrique Mogollón
– En la ceremonia estuvieron presentes 60 obispos de las 40 diócesis y arquidiócesis del país, quienes recibieron las reliquias del nuevo beato
– Las maestras Elisa Vegas y Luimar Arismendi dirigieron el programa, una misa criolla que integró diversos ritmos y géneros venezolanos, con la participación de destacados cantantes
Caracas, 30 de abril de 2021.- Venezuela está de júbilo. José Gregorio Hernández Cisneros ya es beato, tras el anuncio de su ascensión a los altares en voz del delegado del Papa Francisco, Monseñor Aldo Giordano, nuncio apostólico en Venezuela, quien presidió la eucaristía realizada hoy en la iglesia San Juan de la Salle, en Caracas.
“Aprobar la beatificación ha sido una nueva y gran manifestación de cariño paternal por parte del Papa Francisco. Un gran regalo para todos los venezolanos”, expresó Monseñor Giordano en la homilía al referir el proceso de beatificación del laico y científico, nacido en la población trujillana de Isnotú el 26 de octubre de 1864, que se prolongó por 72 años. Asimismo, dijo que este acto confirma que “José Gregorio Hernández ya no solamente pertenece a los venezolanos, sino a la iglesia universal, al mundo entero”.
La celebración contó con la participación del Cardenal Baltazar Porras y el Cardenal emérito Jorge Urosa Savino, arzobispos, obispos y una pequeña representación de sacerdotes y religiosas.
En la víspera, el nuevo beato recibió un honor adicional: fue proclamado por el Papa Francisco, copatrono del Ciclo de Estudios en Ciencias de la Paz, de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.
El Ritual
Para dar inicio al rito de Beatificación, el Cardenal Baltazar Porras Cardozo, Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas, acompañado por el vicepostulador de la Causa, Monseñor Tulio Ramírez Padilla, fue el encargado de solicitar, en nombre de la Arquidiócesis de Caracas y la Iglesia en Venezuela la inscripción en el número de los beatos al médico fallecido en Caracas el 29 de junio de 1919.
“Después de haber recibido el parecer de la Congregación de las Causas de los Santos, con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto en la ciencia y excelente en la fe, que reconociendo en los enfermos el rostro sufriente del Señor como el Buen Samaritano, los socorrió con caridad evangélica curando sus heridas del cuerpo y del espíritu, de ahora en adelante sea llamado beato y que sea celebrado cada año, en los lugares y según las reglas establecidas por el derecho, el 26 de octubre”, son las letras apostólicas que contienen la fórmula de beatificación que fueron pronunciadas por el Monseñor Giordano.
Al tiempo, con las primeras notas del canto de José Gregorio, del compositor zuliano Renato Aguirre, fue descubierta la imagen del nuevo beato, en la que ya se aprecia la aureola, reproducción del mosaico que se encuentra en el Santuario de Isnotú realizado por artista larense Luis Enrique Mogollón.
Posteriormente la reliquia principal del nuevo beato fue llevada en procesión por la niña Yaxury Solórzano -por cuyo milagro se alcanzó la beatificación- y su madre, Carmen Ortega, y fue colocada junto al altar. Seguidamente, el Cardenal Porras en nombre de todos los Obispos de Venezuela, agradeció a su Santidad por haber conferido el título de beato al “médico de los pobres” y acercándose al Monseñor Giordano le manifestó la paz con un entrañable abrazo.
Con el canto del Gloria, composición de Pedro A. Silva en ritmo de merengue, se continuó con la liturgia eucarística. Para finalizar y antes de impartir la bendición solemne, el Nuncio Apostólico hizo una triple súplica, pidiendo a Dios “nos bendiga, nos proteja, y nos confirme en su paz (…) Que Cristo, el Señor, “nos haga auténticos testigos de su Evangelio (…) y que el Espíritu Santo, que en el beato José Gregorio nos ha ofrecido un ejemplo de caridad evangélica, nos conceda la gracia de acrecentar en la Iglesia la verdadera comunión de fe y amor”.
Vacuna para todos
El Cardenal Baltazar Porras afirmó: “La salud integral de cuerpo y espíritu personal y social nos llama a ser solidarios. Solos es imposible superar las carencias. La sociedad es plural y los aportes de cada sector son necesarios. La ayuda humanitaria, la mejora sustancial del sistema sanitario, las urgencias y el deber humanitario, como la de la vacunación masiva, no pueden ser coto cerrado de ningún sector”.
En esa misma línea, añadió: “La calidad de vida y la integridad de todos los que habitamos esta tierra exige, sin demora, concertación, negociación, planificación, ejecución y supervisión, en los que la verdad y la transparencia se hagan presentes para que la credibilidad y la esperanza aumenten (…). A ello nos invita el beato José Gregorio, referente que une a todos los venezolanos, más allá de las diferencias”.
Al respecto, Monseñor Aldo Giordano dijo: “Venezuela es y será siempre Tierra de Gracia… Parece providencial celebrar la beatificación de un médico, en medio de una pandemia que afecta a toda la humanidad. Oremos intensamente, por los millones de víctimas y por todos los enfermos a causa del virus”.
Agregó el Nuncio Apostólico en Venezuela: “En la figura de José Gregorio la Iglesia rinde hoy a los profesionales de la medicina un homenaje de reconocimiento, gratitud y oración”, y pidió que “el Beato José Gregorio interceda para que el acceso a las vacunas contra el COVID-19 se logre juntos, sin divisiones, sin resistencias”.
Manifestó el representante del Papa en la luturgia, que el nuevo Beato es capaz de unir a todos sus compatriotas por encima de las diferencias sociales, políticas y económicas, incluso ideológicas y religiosas.
“Me atrevo a decir que tal vez en estos momentos no exista en Venezuela otra figura más querida y aceptada por todos como el Doctor José Gregorio Hernández. El Doctor José Gregorio es sin duda uno de los mejores venezolanos de todos los tiempos, porque el tenía un secreto. Su secreto era su fe, su creencia en Dios, su constante búsqueda de hacer la voluntad”, enfatizó.
Misa criolla
El programa musical que acompañó la celebración litúrgica, estuvo basado en composiciones y orquestaciones de autores venezolanos vivos, quienes dieron forma una misa criolla, que incorporó géneros como el merengue caraqueño, el polo, la onda nueva, vals y fulía, entre otros, interpretados por músicos provenientes de los principales coros y orquestas del país, bajo la dirección de las maestras Elisa Vegas y Luimar Arismendi.
La elegía a José Gregorio, que el maestro Pedro Elías Gutiérrez escribió en honor de su amigo, conmovió a los presentes.
Los cantantes Francisco Pacheco, Marilyn Chirinos, Trina Medina, Magdalena Frómeta, Betsayda Machado, Luis Fernando Borjas, Gisselle Brito, Andrés Mata, Annaé Torrealba, El Otro Polo, Liana Malva tuvieron participación especial, al igual que el actor Sócrates Serrano, el beatboxer Jhoabeat y los niños Malva Acosta y Yadrián Mijares. Cristóbal Jiménez cantó un tema de su autoría dedicado al nuevo beato hace algunos años.
Con espíritu fervoroso, el pueblo venezolano -dentro y fuera de nuestras fronteras- acompañó muy de cerca este emotivo acto, en vivo y directo por televisión y redes sociales desde la señal matriz de Vale TV.
La feligresía compartió su alegría en las redes sociales con la etiqueta #JGHUnaBendiciónParaVenezuela
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias