El Parque nacional El Guácharo es un parque nacional de Venezuela ubicado en el tramo oriental de la Serranía del Interior del Sistema Montañoso Caripe, en las serranías Cerro Negro, Cerro Papelón y Cerro El Periquito del Macizo de Caripe, entre el estado Monagas y el estado Sucre. Ocupa parte de los municipios Caripe, Acosta, Piar y Bolívar (Monagas) y Ribero (Sucre). Está conformado por dos unidades o bloques separados: el de Cerro Negro, donde se ubica la Cueva del Guácharo, y el de la Cuenca Media del río Caripe.
El Parque abarca 62.700 ha; las cuales se distribuyen de la siguiente forma, al sector Cerro Negro le corresponden 15.500 ha. y al de la Cuenca Media del río Caripe 47.200 ha. Fue declarado Parque Nacional El Guácharo el 27 de mayo de 1975 para garantizar la continuidad de los procesos geológicos y biológicos que se cumplen en la Cueva del Guácharo. Por su parte, el Cerro Negro, donde se localiza la Cueva del Guácharo fue el primer Monumento Natural en Venezuela el 15 de julio de 1949, con el nombre de Alejandro de Humboldt.
La Cueva del Guácharo fue visitada por primera vez el 18 de septiembre de 1799 por el naturalista alemán Alexander von Humboldt; está ubicada a 4 km del poblado más cercano que es Caripe del Guácharo, al norte del Estado Monagas, justo en el sector Cerro Negro del macizo Caripe. Se ubica a 1065 m de altitud, con una temperatura promedio anual de alrededor de 21°C, se considera hasta la actualidad que tiene una longitud aproximada de 10,5 km. Está labrada en rocas sedimentarias que se formaron hace 130 millones de años en la era mesozóica en un antiguo mar.
El mar se retira producto del levantamiento de la corteza terrestre, dando origen al Macizo Oriental. La erosión hídrica, produce filtraciones que originan toda una red de ramales y galerías intercomunicadas. A lo largo de la cueva existen muchas galerías o salones, entre los que se encuentran: el Gran Salón del Derrumbe, el Salón de Alén, el Salón Precioso, el Salón del Silencio, el Salón de los Gigantes, entre otros.
El Nirvana: Un estado de liberación y plenitud espiritual El Nirvana es un concepto clave en diversas tradiciones espirituales como el hinduismo, el jainismo y el budismo, y representa el estado supremo de liberación y felicidad absoluta. Su origen proviene del sánscrito, donde la palabra significa “apagado” o “extinción”, haciendo referencia a la disolución del sufrimiento, los deseos y la conciencia individual. En la doctrina budista, el Nirvana es el objetivo final del camino espiritual. Se considera el estado en el que el individuo trasciende el ciclo del samsara, que es el eterno renacer condicionado por el karma. Alcanzar el Nirvana implica el cese del sufrimiento (dukkha) y la superación de los apegos y deseos que generan dolor en la existencia terrenal. Para lograr este estado, es fundamental seguir el Óctuple Sendero, un conjunto de enseñanzas impartidas por Buda que incluyen la recta comprensión, recto pensamiento, recta palabra, recta acción, rectos medios de vida, recto esfuerzo, recta atención y recta concentración. Estas prácticas conducen a la iluminación y permiten alcanzar la paz interior y la trascendencia. En el hinduismo, el concepto de Nirvana está estrechamente relacionado con el Moksha, que representa la liberación del alma del ciclo de reencarnaciones y su unión con lo divino. Mientras que en el jainismo, el Nirvana es el estado de pureza absoluta, donde el alma se libera de todas las impurezas kármicas y alcanza su existencia eterna en un plano superior. A lo largo de la historia, el Nirvana ha sido interpretado de diversas maneras, pero su esencia sigue siendo la misma: la búsqueda de la paz absoluta, la iluminación y la liberación del sufrimiento. A través de la meditación, la práctica de la compasión y la renuncia a los apegos materiales, los seguidores de estas tradiciones aspiran a alcanzar este estado de plenitud espiritual. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
NASA y ESA monitorean asteroide con posible impacto en 2032 La Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA siguen de cerca la trayectoria del asteroide 2024 YR4, el cual tiene un 1,2% de posibilidades de impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Aunque la probabilidad es baja, los expertos advierten que no se puede descartar por completo un posible impacto. Este asteroide fue descubierto el 27 de diciembre a través del telescopio ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) ubicado en Río Hurtado, Chile. Su tamaño oscila entre 40 y 100 metros de diámetro, por lo que, en caso de colisión, no representaría una amenaza global, pero sí podría generar graves daños en una zona local. Hasta el momento, la ESA señala que aún es pronto para determinar la ubicación exacta de un posible impacto en la Tierra. No obstante, los estudios preliminares indican que el daño potencial sería comparable a la extensión de Gran Canaria, lo que podría afectar gravemente una región específica. El asteroide 2024 YR4 ha sido clasificado en el nivel 3 de la Escala de Turín, utilizada para medir el riesgo de impacto de objetos espaciales. Según los especialistas, es común que la probabilidad de colisión aumente en las primeras observaciones, para luego disminuir drásticamente con análisis más precisos. Las agencias espaciales continuarán monitoreando este objeto para recopilar más datos y evaluar con mayor certeza el riesgo real que representa para la Tierra. https://www.tiktok.com/@mscnoticias