Ambas disciplinas ofrecen herramientas claves para un mayor bienestar integral, permitiéndote trabajar diferentes aspectos del cuerpo y la mente
En la búsqueda del bienestar físico y mental, el Yoga y el Stretching se perfilan como dos opciones atractivas. Ambas ofrecen herramientas para mejorar la salud física y mental, pero con enfoques y objetivos distintos.
Emprender este viaje hacia el bienestar integral, es descubrir cómo ambas disciplinas pueden transformar tu vida. No importa si eliges uno u otro, o si decides combinarlos, lo importante es encontrar una práctica que disfrutes y que te ayude a alcanzar tus objetivos.
El Yoga es una práctica milenaria que integra posturas físicas (asanas), ejercicios de respiración (pranayama) y meditación, escomo una danza entre cuerpo y mente que busca la relajación profunda”.
Entre los beneficios del Yoga destaca que, “mejora en la flexibilidad, fuerza, resistencia y equilibrio, reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, y favorece el cultivo de la concentración, la claridad mental y la paz interior”.
El Stretching se centra en estiramientos y elongaciones para aumentar la flexibilidad muscular y tendinosa. “Esta disciplina permite: Esculpir un cuerpo más flexible; corregir la postura; recuperarte de lesiones; combatir enfermedades como la artritis, osteoporosis y artrosis y fortalecer músculos y articulaciones”.
Si bien el Yoga y el Stretching tienen objetivos distintos, no son excluyentes. El objetivo de ambas disciplinas es ejercitarse para obtener un mayor bienestar integral.
Beneficios del Stretching
Los beneficios del Stretching se pueden observar a corto y mediano plazo, dependiendo de la constancia y dedicación del practicante. Entre ellos, Lupy Balza destaca que ayuda a tener mayor capacidad de trabajo muscular y también mejora en la flexibilidad y movilidad articular. Además, es una actividad sumamente importante para la prevención de lesiones y ayuda mucho en las rehabilitaciones físicas.
De igual manera, el Stretching permite devolverle al sistema muscular su capacidad de trabajo, esculpiendo un cuerpo más flexible y fortalecido.
El Yoga por su parte conduce hacia un estado de equilibrio físico, mental y espiritual.
¿Sabías que la rosa roja era la flor favorita de Venus, la diosa del amor? Desde la antigüedad, esta flor ha sido un símbolo de pasión y romance. Pero detrás de su belleza, hay una historia fascinante… y un negocio multimillonario. Un símbolo con historia Cuenta la leyenda que Venus, la diosa romana del amor, tenía una debilidad especial por las rosas rojas. Se dice que estas flores nacieron de su sangre cuando corrió desesperada al encuentro de su amante, Adonis. Desde entonces, la rosa roja se convirtió en el emblema del amor eterno y la pasión ardiente. Más que una flor, un negocio global Pero lo que pocos saben es que, más allá de su romanticismo, las rosas rojas son un imperio económico. Solo en San Valentín, se venden más de 250 millones de rosas en todo el mundo, generando miles de millones de dólares en ingresos. El precio del amorCada febrero, el costo de las rosas rojas se dispara. En Estados Unidos, los compradores han visto cómo una docena de rosas puede duplicar su precio de un día para otro. En países como España, las ventas de flores en esta fecha representan hasta el 14% de los ingresos anuales del sector. El viaje de una rosa Pero, ¿de dónde vienen estas flores? La mayoría de las rosas que se venden en San Valentín provienen de Colombia y Ecuador. Viajan miles de kilómetros en aviones refrigerados para llegar frescas a las floristerías y supermercados de todo el mundo. Cada rosa ha sido cultivada, cortada, empaquetada y transportada en tiempo récord para que el 14 de febrero luzcan perfectas. Un mensaje sin palabras Regalar rosas rojas no es solo un gesto romántico; es una tradición con siglos de historia. Cada pétalo cuenta una historia de amor, sacrificio y, por supuesto, un gran negocio detrás. Y tú, ¿has regalado o recibido una rosa roja en San Valentín? https://www.tiktok.com/@mscnoticias
NASA y ESA monitorean asteroide con posible impacto en 2032 La Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA siguen de cerca la trayectoria del asteroide 2024 YR4, el cual tiene un 1,2% de posibilidades de impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Aunque la probabilidad es baja, los expertos advierten que no se puede descartar por completo un posible impacto. Este asteroide fue descubierto el 27 de diciembre a través del telescopio ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) ubicado en Río Hurtado, Chile. Su tamaño oscila entre 40 y 100 metros de diámetro, por lo que, en caso de colisión, no representaría una amenaza global, pero sí podría generar graves daños en una zona local. Hasta el momento, la ESA señala que aún es pronto para determinar la ubicación exacta de un posible impacto en la Tierra. No obstante, los estudios preliminares indican que el daño potencial sería comparable a la extensión de Gran Canaria, lo que podría afectar gravemente una región específica. El asteroide 2024 YR4 ha sido clasificado en el nivel 3 de la Escala de Turín, utilizada para medir el riesgo de impacto de objetos espaciales. Según los especialistas, es común que la probabilidad de colisión aumente en las primeras observaciones, para luego disminuir drásticamente con análisis más precisos. Las agencias espaciales continuarán monitoreando este objeto para recopilar más datos y evaluar con mayor certeza el riesgo real que representa para la Tierra. https://www.tiktok.com/@mscnoticias