El agua, un aliado para la salud y el bienestar de las personas mayores
El agua es un recurso fundamental para la vida y juega un papel crucial en la salud y bienestar de las personas mayores. A medida que envejecemos, mantenerse adecuadamente hidratado se convierte en un aspecto esencial para mantener un óptimo funcionamiento del organismo.
A lo largo de los años, el cuerpo humano experimenta cambios fisiológicos que pueden afectar la regulación de líquidos, haciéndolo más propenso a la deshidratación. Con la edad, la sensación de sed puede disminuir, lo que lleva a una menor ingesta de agua. Además, algunas afecciones médicas y medicamentos comunes pueden aumentar el riesgo de deshidratación en personas mayores.
La hidratación adecuada es vital para mantener la función cognitiva, regular la temperatura corporal y mejorar la digestión. El agua también contribuye a la salud cardiovascular, ayudando a mantener una presión arterial saludable y reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. Para las personas mayores, la hidratación adecuada es especialmente importante para prevenir problemas como estreñimiento y complicaciones renales.
Es recomendable que las personas mayores consuman suficientes líquidos durante todo el día, incluso si no sienten sed. Una buena práctica es establecer recordatorios para beber agua y tener agua accesible en todo momento. Además, se pueden incluir alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, en la dieta diaria.
Es esencial que los cuidadores y familiares estén atentos a las señales de deshidratación en personas mayores, que pueden incluir boca seca, orina oscura, fatiga, confusión y mareos. Ante estos síntomas, es fundamental buscar atención médica y asegurar que el individuo reciba la hidratación necesaria.
En conclusión, el agua es un aliado invaluable para la salud y bienestar de las personas mayores. Mantenerse adecuadamente hidratado es esencial para preservar la salud física y mental a lo largo del envejecimiento. Fomentar una adecuada ingesta de líquidos y estar alerta a los signos de deshidratación es fundamental para asegurar la calidad de vida de nuestros adultos mayores.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias