En una contienda vinícola épica que reunió a más de 5.000 vinos de renombre internacional, la bodega venezolana Bodegas Pomar emerge victoriosa con su obra maestra efervescente, el Pomar Brut Rosé, llevándose a casa la codiciada medalla de oro en el ilustre concurso Berliner Wine Trophy. Este triunfo resonante consolida a Pomar como una joya de la vinicultura global.
El evento, un verdadero certamen de gigantes, tuvo lugar en la cuna de la cultura y el arte, Berlín, Alemania. Entre las hileras de etiquetas sobresalientes de todo el mundo, Pomar Brilló con luz propia. Este vino efervescente de tonalidades rosadas, nacido y criado en los campos de Carora, estado Lara, bajo el ala protectora de Bodegas Pomar, deslumbró al jurado con sus finas burbujas y un bouquet que fusiona notas frutales y cítricas en una danza de frescura y equilibrio.
La amalgama de variedades de uva que dan vida al Pomar Brut Rosé incluye nombres como Macabeo, Syrah, Chenin Blanc y Malvoisie. Estos componentes de excelencia, fusionados con el arte enológico, dieron como resultado una creación magistral, digna de los paladares más exigentes.
El Berliner Wine Trophy, un coloso entre los concursos vinícolas, recibe el respaldo de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y la Unión Internacional de Enólogos (UIOE), lo que garantiza su rigor y autenticidad. La edición de este año congregó a 31 naciones, con participantes que desplegaron sus esencias de Europa a América, y donde el enólogo venezolano Guillermo Vargas, experto indiscutible, defendió los colores de Venezuela.
Este resonante triunfo marca el decimoquinto laurel internacional que adorna el portafolio de Bodegas Pomar, un emblema de 35 años de cosecha y excelencia en suelo venezolano. La noticia llegó como un himno en medio de la celebración del tercer fin de semana de Vendimia de agosto 2023, un momento de júbilo y orgullo para la familia de Bodegas Pomar.
“Esta medalla es la culminación de años de esfuerzo y dedicación de todo nuestro equipo. En cada botella de Pomar Brut Rosé, destilamos el orgullo, la excelencia y el amor por nuestro país”, proclamó Francelys Toro, gerente de Mercadeo de Bodegas Pomar.
Si deseas conocer más sobre este logro y otras novedades de esta emblemática bodega, te invitamos a explorar su emocionante travesía en Instagram a través de @bodegaspomar. Un universo de sabor y pasión aguarda.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre de cada año. Esta fecha fue establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad. La celebración de este día busca concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, así como promover la comprensión de sus derechos y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica y la participación plena en la vida social y cultural. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, también desempeña un papel importante en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad a nivel internacional. Este tratado reconoce que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona y destaca la importancia de eliminar las barreras que limitan su participación plena en la sociedad.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.