En una jugada que promete revolucionar los horizontes aéreos, el Gobierno Nacional ha dado la orden contundente de reavivar los vuelos directos entre Caracas y San Antonio del Táchira. Tras más de una década en reposo, el aeropuerto internacional Juan Vicente Gómez se prepara para desplegar sus alas y resurgir con un nuevo esplendor, según informes del diario local tachirense, La Nación.
Resaltando este logro de reactivación, el mismo medio, en diciembre del año pasado, llamaba la atención sobre una deuda pendiente: la pista del aeropuerto, que antes solo había recibido vuelos privados y algunas autoridades nacionales. William Gómez, exalcalde y experto en asuntos fronterizos, recordó que en 2012, el gobierno nacional había inyectado inversiones significativas en las instalaciones, pero inexplicablemente los vuelos comerciales se suspendieron poco después. Gómez, en una entrevista exclusiva, reveló: “A pesar del tiempo de inactividad, las instalaciones se mantienen en sorprendente buen estado. La pista podría necesitar mantenimiento y limpieza, y las cercas perimetrales han visto un deterioro del 70%”.
Este resurgimiento no solo significa la reapertura de la pista, sino un impulso palpable para la economía local. Según Gómez, en una etapa inicial se esperan 150 empleos directos y cerca de 300 indirectos. A medida que los meses pasen y la actividad aérea crezca, estas cifras podrían crecer exponencialmente, anticipando un futuro con más de 250 empleos directos y alrededor de 600 empleos indirectos.
El anuncio ha sido acogido con entusiasmo tanto por los ciudadanos como por las autoridades locales, quienes ven esta iniciativa como un motor para revitalizar la economía y estrechar los lazos entre las ciudades. Los tachirenses esperan ansiosos el día en que las aeronaves vuelvan a surcar los cielos y las oportunidades despeguen con fuerza renovada.
En resumen, la reapertura de los vuelos Caracas – San Antonio del Táchira no solo reactiva una conexión vital, sino que también inyectará nueva vida a la región, llevándola a alturas antes inimaginables.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias