En la 111ª Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada el pasado 13 de junio, Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras, pronunció un discurso en el que destacó la importancia de promover la justicia social y buscar el crecimiento económico como pilares fundamentales para el desarrollo global. El evento, que contó con la presencia de destacadas autoridades internacionales, brindó la oportunidad para que el líder empresarial expusiera las preocupaciones y propuestas de la organización.
El discurso de Fernández comenzó con un saludo cordial al Director General y demás autoridades presentes, expresando su pleno respaldo a la Memoria “Promoción de la Justicia Social” presentada por el Director General. Reconoció que la crisis mundial y la pandemia han generado obstáculos significativos para alcanzar un mayor nivel de justicia social, lo que requiere acciones inmediatas y estratégicas centradas en mejorar las oportunidades de empleo, educación, progreso y bienestar para todas las personas.
En el contexto venezolano, Fernández destacó la complejidad del entorno internacional y las dificultades económicas y estructurales que obstaculizan el desarrollo productivo en el país. En particular, señaló la necesidad de establecer un diálogo social efectivo para fijar un salario mínimo equitativo que tome en cuenta las necesidades de los trabajadores, la situación económica, la productividad y la capacidad financiera de las empresas. Abogó por una revisión integral de los ingresos de los trabajadores como elemento central de la política social, con el objetivo de generar un impacto positivo en la economía.
Fernández enfatizó que el crecimiento económico es fundamental para garantizar condiciones adecuadas de justicia social. Destacó el papel crucial del sector privado en este proceso, en colaboración con los trabajadores y políticas públicas apropiadas que fomenten el empleo decente y el crecimiento sostenible. En línea con esto, Fedecámaras ha desarrollado el Proyecto “Camino al Futuro – Venezuela 2035”, un plan ambicioso que busca promover el desarrollo productivo a través del enfoque en la productividad y la construcción de capacidades.
Además, el presidente de Fedecámaras enfatizó la importancia de la participación activa del sector privado en la Coalición Mundial por la Justicia Social, destacando su papel como motor para impulsar el crecimiento económico y aumentar el número de empresas formales e inversiones. Asimismo, resaltó el diálogo social como la herramienta clave para abordar las reformas necesarias que promuevan el crecimiento económico, garantizando condiciones justas de empleo, protección social, acceso al conocimiento y la inclusión.
En su discurso, Fernández expresó su agradecimiento a la OIT por el apoyo y la asistencia técnica brindados a Venezuela a través del Foro de Diálogo Social, al tiempo que solicitó un mayor acompañamiento y seguimiento en esta importante labor.
En conclusión, el presidente de Fedecámaras hizo un llamado a la aprobación de los Convenios y Recomendaciones de la OIT, así como al cumplimiento de las decisiones de sus órganos de control. Destacó la importancia de aplicar efectivamente dichos acuerdos en la legislación y práctica de los Estados miembros, con el objetivo de fomentar un diálogo social efectivo y sincero, respaldado por una responsabilidad social y voluntad política que allane el camino hacia un futuro mejor con auténtica justicia social.
El mensaje final de Fernández fue claro: es crucial trabajar en conjunto para lograr un trabajo decente y formal, convirtiéndolo en un derecho universal que brinde oportunidades de ascenso, movilidad e inclusión social para todos los ciudadanos. Fedecámaras se compromete a desplegar todos los esfuerzos necesarios para hacer realidad estos objetivos, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La intervención de Carlos Fernández en la Conferencia Internacional del Trabajo fue una llamada a la acción, reafirmando el compromiso de Fedecámaras con la justicia social y el crecimiento económico como motores fundamentales para un futuro próspero y equitativo.
Fuente Información: FEDECAMARAS
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias