El Parlamento venezolano, aprobó hace unos días en primera discusión la reforma de la ley de impuesto a las grandes transacciones, que impone un tributo de hasta 20% a las operaciones que realicen –naturales y jurídicos– con divisas y criptomonedas, como bitcoin (BTC).
La reforma, disponible para su apreciación en la página oficial de la Asamblea Nacional, señala que buscan promover, a través de impuestos, un tratamiento «al menos igual, o más favorable» a los pagos que se ejecuten con criptomonedas y divisas extranjeras.
En detalle y según lo explica la legislación todavía en discusión, se busca que las operaciones en divisas y activos digitales paguen un impuesto sobre los débitos y transacciones «al menos igual o superior al que hoy pagan los débitos en bolívares».
El proyecto pretende aplicar el impuesto para estas transacciones con una tasa que va desde el 2% al 20%, iniciando en 2,5% para toda transacción en divisas o en moneda extranjera, hasta tanto el Ejecutivo establezca una alícuota distinta.
Lo interesante es que, aunque existen exenciones, en la reforma añaden como contribuyentes del impuesto a todo aquel comercio, empresa, local o persona natural que realice pagos en criptomonedas diferentes a las emitidos por la República Bolivariana de Venezuela, como el token petro.
El Parlamento venezolano reconoce la dolarización transaccional que se ha erigido en el país caribeño a raíz de la enorme crisis que atraviesan. Según el Legislativo, es cierto que existen actividades «altamente concentradas en pagos en dólares en efectivo». Esto se da «en grandes negocios que hoy representan una parte importante de la recaudación tributaria».
En el documento aclaran que el impuesto a las grandes transacciones representa el 13% de la recolección tributaria venezolana. Por eso, estiman que, en un escenario a mediano plazo, la reforma permita incrementar la recaudación un 5,4% más.
Por Jesús Herrera
Fuente: Criptonoticias
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias