En un gesto simbólico de hermandad que trasciende fronteras, el 22 de febrero se ha consagrado como el “DÍA INTERNACIONAL DEL MASÓN”, una fecha que rinde homenaje al natalicio del Ilustre Hermano George Washington, uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América y una figura emblemática en la historia masónica. Esta decisión histórica fue tomada durante una trascendental reunión de Potencias Masónicas de América y Europa en 1994, que tuvo lugar en Washington.
El espíritu de esta conmemoración va más allá de las logias y los rituales, encarnando los principios fundamentales de la Masonería: AMOR FRATERNAL, UNIDAD Y ARMONÍA. Es un día en el que los Masones de todo el mundo se unen para celebrar la diversidad y la universalidad de sus enseñanzas, recordando que, a pesar de las diferencias geográficas y culturales, comparten un vínculo indestructible.
George Washington, figura central en esta celebración, destacó por su dedicación a los ideales masónicos y su papel fundamental en la gestación de una nación basada en la libertad y la fraternidad. El Día Internacional del Masón se erige como un tributo a su legado, recordándonos la importancia de la ética, la justicia y la búsqueda del conocimiento en la construcción de sociedades más justas y equitativas.
La historia nos transporta a aquellas jornadas de febrero de 1994, cuando líderes masónicos de ambos lados del Atlántico se congregaron en Washington para decidir la instauración de esta fecha emblemática. La resonancia de aquel encuentro ha perdurado a lo largo del tiempo, consolidando la visión de una comunidad masónica global unida en sus propósitos.
En cada rincón del planeta, los Masones conmemoran este día con actividades que reflejan la diversidad de sus enseñanzas. Desde rituales simbólicos hasta eventos benéficos, la jornada se convierte en una manifestación tangible de los principios masónicos en acción. Es un recordatorio de que, más allá de las palabras y los símbolos, la Masonería se nutre de la práctica constante de la solidaridad y la búsqueda del bien común.
En conclusión, el Día Internacional del Masón se erige como un faro de luz en la tradición masónica, guiando a los Hermanos de todo el mundo hacia la senda de la fraternidad, la unidad y la armonía. A medida que cada 22 de febrero se celebra esta jornada única, se refuerza el compromiso de la Masonería con la construcción de un mundo mejor, inspirado en los principios que George Washington y otros ilustres Masones dejaron como legado para las generaciones venideras.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias