El preservativo cuida al pene de las infecciones por VPH, pero no protege la base de este órgano, es decir, que no ofrece una protección completa, lo cual permite el contagio
El 80% de la población sexualmente activa puede tener, ha tenido o va a tener en algún momento de su vida el Virus del Papiloma Humano (VPH), de acuerdo con los cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El urólogo del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), doctor Jorge Moanack (@dr.moanack), expresó que, aunque no existen cifras exactas, se calcula que dicho porcentaje elevado de la población sexualmente activa va a contraer VPH, “por eso el papel de los hombres frente a este padecimiento consiste en cuidarse para proteger a su pareja y prevenir la enfermedad”.
Destacó que el VPH es principalmente una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), aunque también se puede contagiar a los bebés a través del canal de parto, si la madre tiene lesiones a nivel genital.
Indicó que, al ser un padecimiento viral tiene afinidad por las mucosas del pene, vagina, ano, recto, boca, nariz y ojos, y se contagia cuando ocurre el contacto con la verruga que genera, que es una lesión llamada condiloma acuminata.
Señaló que el VPH es una enfermedad con más de 200 tipos de cepas, que se clasifican según el riesgo bajo o alto de producir patologías oncológicas. En este sentido, expresó que es la principal causa de cáncer de cuello uterino y representa un alto riesgo para el desarrollo de cáncer de ano en personas que tienen contacto sexual anal. Aunque comentó que también puede producir estas afecciones en pene, recto, faringe, laringe y vagina, entre otros.
Igualmente, explicó que “las mujeres cuentan con mayor riesgo de desarrollar cáncer por VPH que los hombres, principalmente en el cuello del útero, ya que es interno y las verrugas no se ven a simple vista ni dan síntomas hasta que ya es tarde, razón por la cual los caballeros deben cuidarse no solo para proteger su propia salud, sino la de su pareja”.
Tratamiento y prevención
El doctor Moanack resaltó que el organismo nunca se cura del VPH, lo que se cura es la verruga que produce, y al ser la que ocasiona el contagio, debe eliminarse por completo de la zona en la que aparezca para que la persona infectada no pueda contagiar a los demás. De modo que, hasta que no se quite la lesión, el paciente seguirá transmitiendo el virus.
Indicó que el tratamiento médico curativo de la verruga es quemarla y una vez que se trata, no debería reaparecer luego de dos años, a menos que el sistema inmune sea afectado por estrés, cansancio o enfermedades inmunológicas.
Asimismo, refirió que el tratamiento profiláctico (preventivo) del VPH es la vacuna, pero “si se aplica a una persona que padece de una de las cepas de la afección que esta cubre, ella no va a curar el virus ni a eliminar la verruga que produce, pero ayuda al sistema inmunológico a que la intensidad de la infección sea menor o prácticamente nula, en caso de que se contagie de otros tipos de dicha ETS”.
Afirmó que existen diferentes tipos de vacuna, pero la que ofrece mayor protección es la Gardasil 9, que cubre contra los nueve tipos más frecuentes y agresivos de VPH, entre ellos el 6, 11, 16, 17 y 31, que son de alto riesgo para la formación de cáncer.
Añadió que, actualmente, la vacuna contra el VPH está indicada para personas de cualquier edad y sexo. Por eso, aclaró que “a los menores de 12 años se les debe aplicar dos dosis de la vacuna, pero si son mayores, se colocan tres en periodos no mayores a seis meses”.
Recalcó que para prevenir VPH es necesario evitar la promiscuidad, porque al realizar actividad sexual con distintas parejas, los hombres, por ejemplo, pueden contagiarse mediante el contacto con lesiones que se encuentren en zonas donde no sean visibles como el interior de la vagina de la mujer.
Del mismo modo, resaltó que el “preservativo cuida al pene de las infecciones por VPH, pero no protege la base de este órgano, es decir, que no ofrece una protección completa, lo cual permite el contagio, sobre todo, si la persona se rasura antes de tener el contacto sexual, ya que esto corta levemente la piel facilitando que se contraiga la enfermedad”.
Detección
Mencionó que “no existe prueba de sangre para detectar VPH, sino que se diagnostica mediante una prueba denominada tipificación viral, que es como el examen de PCR; así como también se puede utilizar una biopsia, entre otras técnicas”. Enfatizó que “lo importante es que siempre que se sospeche el virus, se debe acudir a un especialista, ya sea un urólogo, ginecólogo, dermatólogo o infectólogo para tratarlo”.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias