70 años de crónicas gastronómicas es un libro que recopila los sabores tradicionales de Venezuela y rinde homenaje a Armando Scanonne, José Rafael Lovera y Rossana Di Turi. El texto forma parte de la Colección Periodismo de la Biblioteca Digital Banesco y es el resultado de la alianza entre la editorial Cyngular y Banesco.
Banesco Banco Universal -cuya política de Responsabilidad Social Empresarial tiene como pilares fomentar la educación, la salud y la inclusión financiera de los venezolanos- presentó el libro 70 años de crónicas gastronómicas. Son más de 300 páginas que narran las múltiples aproximaciones a la gastronomía venezolana, a través de distintos géneros como la crónica, la literatura y hasta el ensayo periodístico. El libro recopila textos que cuentan desde los sabores que trajeron los inmigrantes a Venezuela, algunos alimentos que forman parte de identidades regionales y también es un homenaje a Armando Scanonne, José Rafael Lovera y Rossana Di Turi.
En el Auditorio Fernando Crespo Suñer de Ciudad Banesco se reunieron directivos del banco, invitados de la editorial Cyngular, periodistas e interesados en la cocina venezolana. En el evento estuvieron las chefs Mercedes Oropeza y María Fernada Di Giacobbe quienes prepararon una degustación de sus mejores platos y chocolates. El chef Victor Moreno obsequió una selección de sus bombones de café.
Al iniciar la presentación, el presidente de la Junta Directiva de Banesco, Juan Carlos Escotet Rodríguez, saludó a los asistentes a través de un video y expresó su satisfacción por las crónicas gastronómicas: “La crónica, el periodismo, la literatura gastronómica comparten una aspiración: narrar los hechos y procesos que finalmente desembocan en la experiencia única e intransferible del gusto. El recorrido por un grupo de escritura gastronómica venezolana que propone este volumen, apenas una mínima muestra, resulta revelador. Ofrece textos pioneros de estudiosos como Lus Razetti, Mariano Picón Salas y Ramón David León. Se detiene en maestros esenciales como Armando Scanonne y José Rafael Lovera (…)”.
Este libro, que es parte de la Colección Periodismo, fue editado por Sergio Dahbar y Carlos Ortiz, de la editorial Cyngular. La corrección de textos fue de Carlos González Nieto, el arqueo de fuentes lo hizo Mirla Alcibiades y el diseño Jaime Cruz. El menú del libro contiene “Aperitivos”, “Entrantes”, “Principales” y una “Degustación especial”. El prólogo fue escrito por Juan Carlos Escotet Rodríguez y la nota editorial es obra de Sergio Dahbar.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre de cada año. Esta fecha fue establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad. La celebración de este día busca concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, así como promover la comprensión de sus derechos y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica y la participación plena en la vida social y cultural. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, también desempeña un papel importante en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad a nivel internacional. Este tratado reconoce que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona y destaca la importancia de eliminar las barreras que limitan su participación plena en la sociedad.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.