Después casi tres años de entrenamientos en Japón, el hogar espiritual del judo, Anriquelis Barrios está preparada para debutar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y luchar por una medalla.
Es 12ª en el ranking mundial, pero la pandemia le ha detenido de poder mostrar todos sus avances, y donde quiere hacer evidente su calidad es en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde espera conseguir una medalla para su país, Venezuela. Ese es el sueño de Anriquelis Barrios, una venezolana que lleva casi tres años preparándose para este momento en el hogar espiritual de las artes marciales, y, ahora, país anfitrión de los Juegos: Japón.
“Yo estoy mentalizada para estar en el podio Olímpico. Me va a satisfacer muchísimo más. Si lo lograra, sería la primera medalla Olímpica de Venezuela en el judo. Significaría mucho no solo para el deporte, sino también para el país”, decía Barrios en una entrevista para Tokio 2020 en octubre de 2020.
Desde entonces ha dado muestras de poder conseguirlo, tras sumar un quinto puesto en el Campeonato del Mundo de 2021, una plata en el Antalya Grand Slam 2021, un bronce en el Tashkent Grand Slam 2021, y todo esto tras finalizar subcampeona en el Campeonato Paranamericano de 2019.
Aunque su adaptación a Japón no fue del todo fácil, ni tampoco el confinamiento, es consciente de que está en el mejor país para desarrollar sus habilidades. De hecho, la sede de este deporte en Tokio 2020, el Nippon Budokan, está considerada como el hogar espiritual del judo.
“Aquí nació el judo. Estoy entrenando judo en Japón, donde se creó, y además donde son los Juegos. Eso es punto clave. Esa sede, el Budokan, es wow. Buenísima, buenísima”, explicaba entonces Barrios.
Ahora tiene la oportunidad de volver a pisar el Nippon Budokan, pero para algo más que entrenar o competir: para debutar en unos Juegos Olímpicos. Unos Juegos que los disputa “en casa”, o al menos en la que ha sido su casa durante casi tres años.
Fuente Oficial: Olimpiadas Tokyo 2020
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre de cada año. Esta fecha fue establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad. La celebración de este día busca concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, así como promover la comprensión de sus derechos y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica y la participación plena en la vida social y cultural. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, también desempeña un papel importante en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad a nivel internacional. Este tratado reconoce que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona y destaca la importancia de eliminar las barreras que limitan su participación plena en la sociedad.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.