PRENSA FVF / CARACAS. – Los jueces criollos Jesús Valenzuela, Tulio Moreno y Lubín Torrealba debutaron este jueves, 22 de julio, en el enfrentamiento entre Japón y Sudáfrica del Torneo de Fútbol Masculino de los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Valenzuela, quien ejerció de árbitro principal, dio inicio al encuentro en el estadio Ajinomoto, a las 7 a.m. (hora venezolana). Moreno y Torrealba, quienes acompañaron al portugueseño, efectuaron labores de primer y segundo asistente, respectivamente.
El compromiso terminó con la victoria por la mínima para el cuadro japonés. Por otro lado, el colegiado de 37 años solo mostró, a lo largo del encuentro tres tarjetas amarillas, todas ellas a los jugadores nipones (Doan Endo y Nakayama).
Con dicha experiencia, Valenzuela continúa ampliando su lista de partidos internacionales, luego de haber participado en la recién Copa América y la final de la CONMEBOL Sudamericana, entre Defensa y Justicia y Lanús junto a Moreno y Torrealba.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) es una organización internacional creada en el año 1978 que agrupa a organizaciones no gubernamentales, sociedades científicas y profesionales en el área de la sexualidad humana, cuyo objetivo principal es promover los derechos sexuales, fundamentados en los derechos humanos universales para una adecuada salud sexual. Promueve la salud sexual a través de campañas, eventos y actividades educativas en diferentes regiones del mundo. A continuación mencionamos los derechos sexuales contemplados en los derechos humanos: El derecho a la igualdad y a la no-discriminación. El derecho a la vida, libertad y seguridad de las personas. El derecho a la autonomía e integridad del cuerpo. El derecho a una vida libre de tortura, trato o pena crueles, inhumanos o degradantes. El derecho a una vida libre de todas las formas de violencia y de coerción. El derecho a la privacidad. El derecho al grado máximo alcanzable de salud, incluyendo la salud sexual que comprende experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y seguras. El derecho a gozar de los adelantos científicos y de los beneficios que de ellos resulten. El derecho a la información. El derecho a la educación y el derecho a la educación integral de la sexualidad. El derecho a contraer, formar o disolver el matrimonio y otras formas similares de relaciones basadas en la equidad y el pleno y libre consentimiento. El derecho a decidir tener hijos, el número y espaciamiento de los mismos, y a tener acceso a la información y los medios para lograrlo. El derecho a la libertad de pensamiento, opinión y expresión. El derecho a la libre asociación y reunión pacíficas. El derecho a participar en la vida pública y política. El derecho al acceso a la justicia y a la retribución y la indemnización.
En el seno del Congreso mexicano, el enigma de las Momias de Nazca se convirtió en el epicentro de una encendida discusión. El destacado ufólogo Jaime Maussan tomó la escena para presentar dos cuerpos que, según él, desafían la clasificación humana y pertenecen a “seres no humanos”. Imagen de uno de los cuerpos “no humanos” mostrados en MéxicoReuters Los cuerpos, con más de 1.000 años según estudios respaldados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han desatado un debate en torno a su autenticidad y origen. Maussan, firme en su posición, destaca que estos cuerpos no son momias convencionales, sino auténticos cuerpos completos con características singulares que los hacen excepcionales. Sin embargo, la comunidad científica no está completamente convencida y plantea serias dudas sobre la autenticidad de estos cuerpos. La Universidad mexicana, a partir de sus propios estudios, desmiente la afirmación de Maussan sobre la procedencia extraterrestre de los cuerpos disecados. El Instituto de Física de la UNAM sostiene que no hay pruebas concluyentes que los cataloguen como “seres no humanos” o extraterrestres, desafiando así la narrativa presentada en el Congreso. Fuente para la redacción de la noticia: Antena 3