Discurso de Orden de Felipe Capozzolo en la Asamblea 51 de CONSECOMERCIO
A mediados del siglo XIV, el mundo experimentó uno de sus episodios más oscuros. Un verdadero proceso de disrupción crítica que ocasionó traumas religiosos, sociales y económicos que cambiaron el curso de la historia. Sufríamos la peste negra, la epidemia más devastadora en la historia de la humanidad, que acabó con casi el 30% de la población.
Pero eso no fue todo. Los monarcas europeos tomaron medidas de control que prohibían las exportaciones de alimentos y se establecieron controles de precios. Estas medidas demostraron ser inefectivas y se formaron mercados negros que aceleraron la caida de un continente que ya había perdido 2/3 de su población.
El sistema feudal occidental, basado en la servidumbre, llegaría a su fin, para dar paso a uno de los más grandes cambios humanos de la historia, un proceso de movilidad social campesina con incrementos reales del ingreso per cápita. En cambio, en Europa oriental, menos afectada por la peste y con un régimen legal severo, suntuario y controlador, afianzado, la servidumbre se mantuvo y la prosperidad nunca habría de llegar para su población.
Ya sabemos el resultado. Las diferencias sociales y económicas entre estas dos regiones de Europa se mantendrían para siempre.
Durante los últimos años, nuestro país ha enfrentado las situaciones más adversas de su historia republicana. A las pre-existencias económicas, se ha sumado una pandemia que ha desnudado las carencias del sistema y se ha llevado a compañeros y seres queridos.
Vivimos en un entorno donde está amenazada la eficiencia de los canales formales, víctimas de controles, alcabalas, mercados negros y vías paralelas, que terminan atentando contra el precio y abastecimiento de los bienes esenciales.
Aún así, podemos agradecer al destino habernos colocado frente a la adversidad, porque aprendimos a sobreponernos. Nos hemos convertido en un país de gente resistente y resiliente. La carencia nos ha obligado a recorrer la milla extra varias veces, ha permitido valorar el esfuerzo de todos los que vivimos bajo un mismo cielo.
Así queridos amigos, nos encontramos hoy, en un país donde las sirenas de los petroleros ya no anuncian riqueza.
Bienvenidos a la Asamblea Consejo Nacional del Comercio y los Servicios. La institución líder de representación gremial sectorial. Consecomercio es la marca institucional empresarial más reconocida, sinónimo de lucha por la libertad y defensa de los principios y valores de la empresa privada.
Nuevamente nos reunimos, para rendir cuentas ante nuestra membrecía y ante el país. Para elegir nuevas autoridades, atendiendo puntualmente a la cita con la alternancia y la renovación, que se ha dado cada 2 años, durante los últimos 50 años.
Esta vez, daremos una mirada a la transformación digital. Un recorrido por las tendencias tecnológicas que están marcando el cambio en el mundo. Estudiaremos los retos que enfrentan las organizaciones y los desafíos que precisamos superar.
Sobre todo, estamos aquí porque son nuevos tiempos, estamos haciendo historia y somos parte del proceso de reinvención creativa que abrirá paso a la construcción del futuro.
La actualidad nos revela que el consumidor venezolano ha sufrido una disminución dramática de su capacidad adquisitiva a causa de la inflación. Y más del 60% de las compras de bienes y servicios en nuestro país ya se efectúan con divisas, en un escenario además multi-moneda.
El ingreso de la familia venezolana se ha reducido de tal manera que, gran parte de nuestra población está en riesgo de la pobreza. Se ha incrementado el consumo obligado de carbohidratos, grasas, azúcares y tubérculos, en detrimento de la ingesta de proteínas.
La familia venezolana quiere resolver el problema cotidiano, recuperar el derecho a elegir, resolver los conflictos de manera pacífica, sobretodo volver a confiar y superar sanos la pandemia.
La pregunta es entonces ¿cómo estructurar un orden político libre de desigualdad, por qué hemos fracasado una y otra vez en la búsqueda de bienestar? ¿Cuál es el ejemplo que debemos seguir al final de esta pandemia, el de Europa occidental ó el de la oriental? ¿Cuál es el camino a tomar frente a la disrupción crítica?
Para lograr este propósito, aquí y ahora, el gran reto es vivir. Tenemos que darle un sí a la vida. Pero la vida, como todos la conocemos, va de la mano de los medios de vida.
Es la hora de la nueva conciencia productiva, basada en la comprensión de los encadenamientos productivos. Desde la necesidad idealizada hasta la necesidad satisfecha, el camino pasa por procesos de siembra, cosecha, transformación industrial, comercialización y la prestación de servicio, donde el trabajo del hombre y la energía impulsan la cadena.
Es urgente diseñar políticas públicas para acabar con la inflación y atender el empobrecimiento de la gente. Surge la necesidad de diseñar una nueva matriz energética y de servicios. Potenciar el mercado interno. El país tiene la imperiosa necesidad por trabajar, producir y estudiar de forma continua y sostenida, sin interrupciones semanales.
Promover la confluencia estratégica entre el estado y la empresa privada. A través de un lenguaje común donde hay propuestas y se crea confianza.
Estructurar mensajes que le permitan saber a cada trabajador que su estabilidad no depende de un mercado negro. Dejarle saber nuestra gente que está desempleada, sub-pagada, presionada, sin apoyo y mal alimentada en medio de una crisis económica y una pandemia que no terminan, que no va a tener que pagar más por los alimentos y que no va a tener que rendirse a manos de inescrupulosos e informales para conseguirlos.
Elegimos construir la marca de una gran nación, la marca Venezuela, en esta década que apenas comienza y hacer el sacrificio que ello implica, no porque sea fácil, sino porque va a ser difícil. Esa meta servirá para organizarnos y medir lo mejor de nuestras energías y capacidades. Ese es el reto que estamos dispuestos a aceptar y que no vamos a posponer. Siempre con la confianza en que lo vamos a hacer bien. Porque los venezolanos queremos y podemos hacerlo bien.
El sistema político plural que salvaguarda la libertad existe y tiene nombre, se llama Democracia. El sistema económico que ofrece igualdad de oportunidades, también existe, es el libre mercado. Existe un círculo virtuoso, capaz de cambiar el rumbo de la historia de las naciones, asociado a las instituciones políticas democráticas y el libre mercado, que debe activarse precisamente frente a las disrupciones críticas.
Es posible alcanzar los beneficios de una sociedad interesada en el humanismo, por encima de las posiciones sectarias. Es posible desarrollar una cultura de espíritu universalista y el deseo de encontrarnos en la tolerancia y la fraternidad. Una nación donde libertad e igualdad, sean idénticas para el príncipe y para el paisano.
Juan Pablo II, nos recordaba que, el mundo debía aprender todavía a convivir con la diversidad.
“El miedo a la “diferencia”, alimentado por resentimientos de carácter histórico y exacerbado por las manipulaciones de personajes sin escrúpulos, puede llevar a la negación de la humanidad del otro, con el resultado de que las personas entran en una espiral de violencia de la que nadie, ni siquiera los niños, se libran.
La reconciliación es buena inversión. Debemos ser capaces de reconocernos como iguales. Que las instituciones públicas sepan brindar seguridad y confianza. Que nuestra tierra encuentre siempre oportunidades para el desarrollo humano y la convivencia.
Es importante hacer de la experiencia, documentación histórica, para no ceder ante la tentación de reemplazar la soberanía del individuo por la del grupo, restringiendo la libertad personal, porque entonces estaríamos dando a determinados grupos mayoritarios y no tanto, el privilegio de conculcar los derechos del resto de los individuos. Más bien precisamos espacios de cooperación, de respeto a la libertad, la propiedad y la autonomía, como garantía de la coexistencia pacífica. No contarán las riquezas naturales, no será el rentismo. Será lo que podremos producir y ofrecer al mundo lo que nos garantizará el crecimiento. Nuestro futuro y nuestro bienestar dependen de la actitud, la vocación y la organización institucional, así como de las capacidades de producción de nuestra empresa privada. El desempeño institucional y empresarial son las herramientas que ayudan a la sociedad a crecer
¿Quién puede hacerlo realidad, en manos de quién está la solución?
Cada uno de nosotros, poniendo en práctica fe, esperanza y caridad. Practicando el amor al prójimo, fomentando entre nuestros semejantes el trabajo y el estudio de las ciencias. Entendiendo que la educación es el camino hacia la libertad y la independencia. Pues sólo el ser instruido se libera de la ignorancia y de la superstición.
Un liderazgo que conecte con el futuro, que sea capaz de inspirar y generar mensajes novedosos en todo momento y logre impulsarnos hacia la meta. Un liderazgo que haga de la honestidad, autenticidad, integridad y respeto su modelo de comunicación. Que sea capaz de convivir en desacuerdo, bajo un enfoque complementario con sentido de responsabilidad. Que trabaje por y para la gente, no en su contra.
Asociaciones, gremios, sindicatos, la academia, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos ¡Todos! que se desempeñen en el espacio de la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, por el logro de un mismo objetivo.
Los empresarios, que amamos a nuestro país y no podemos quedarnos de brazos cruzados mientras la seguridad de la nación está condicionada por diferencias políticas. Tenemos el compromiso histórico para reconstruir nuestra economía creando espacios de encuentro y debate, impulsando acuerdos y pactos de inclusión.
Como bien lo dijo San Francisco de Asís:
“Comencemos haciendo lo necesario, luego hagamos lo posible y entonces estaremos logrando lo imposible.”
Frente a la disrupción crítica, frente al nuevo orden, como lo fue la peste negra, como lo es hoy el COVID19. La paz y la reconciliación son necesarias. El cambio institucional es necesario. El uso de la tecnología y la activación el círculo virtuoso es posible. Para una Venezuela unida no hay imposibles…
Los invito a que unamos esfuerzos, superemos la incertidumbre y avancemos hacia la construcción de un nuevo orden, plural y diverso, basado en el más profundo respeto hacia los ideales, la libertad, la soberanía y la fe de cada venezolano.
Vamos a la construcción de una Venezuela pujante y centrada en la gente, donde sean solidaridad, unión y esperanza las energías que nos impulsen a conquistar esta meta. Porque aún en medio de la tormenta, aún ante el temor de zozobrar, aún cuando nos toque enfrentar el oleaje sin timón, allí se potenciará nuestra capacidad de ver más allá de las tinieblas, a nuestra nación inmensa y próspera.
Donde se doblegue nuestro ánimo, crecerá la esperanza.
Donde se agoten nuestras fortalezas, florecerá nuestra fe.
Son nuevos tiempos, construyamos futuro…
Felipe Capozzolo G. | 27-05-2021
En 1886, la lucha por la jornada laboral de 8 horas en Estados Unidos desencadenó un evento trágico que marcó la historia de los trabajadores para siempre. Los Mártires de Chicago, símbolos de esa resistencia, aún inspiran el Día Internacional de los Trabajadores, conmemorado cada 1 de mayo. El conflicto se intensificó el 1 de mayo de 1886, cuando el sindicato mayoritario inició una huelga. En Chicago, los enfrentamientos con la policía se tornaron violentos. La batalla por la justicia laboral estaba en su apogeo. El 4 de mayo, la tensión alcanzó su punto máximo en la plaza de Haymarket. Un artefacto explosivo desencadenó el caos, cobrando la vida de un policía. Este incidente marcó un antes y un después en la lucha obrera. Tras el estallido, cinco hombres, los Mártires de Chicago, fueron injustamente condenados a muerte. Periodistas, tipógrafos y carpinteros entre ellos, sacrificaron sus vidas en nombre de una causa mayor. El legado de su valentía y sacrificio sigue vigente hoy en día, en un mundo donde los derechos laborales son fundamentales. Cada 1 de mayo, el Día Internacional de los Trabajadores rinde homenaje a su memoria y a la lucha continua por la equidad laboral. Este acontecimiento histórico, aunque trágico, sirve como recordatorio de la importancia de la solidaridad y la resistencia en la búsqueda de condiciones laborales justas para todos. La celebración del Día Internacional de los Trabajadores no solo honra el pasado, sino que también impulsa hacia un futuro donde el trabajo digno sea una realidad para todos. Conmemorar este día no solo es un acto de reconocimiento, sino también un llamado a la acción para garantizar que los derechos laborales se protejan y se promuevan en todo el mundo. En memoria de aquellos que lucharon y sacrificaron sus vidas en aras de un futuro laboral más justo, el 1 de mayo es un día para la reflexión, la solidaridad y el compromiso con la causa obrera. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias