La obesidad, más que una simple condición estética, se ha erigido como un desafío de salud pública, afectando a más del 20% de la población mayor de 30 años. Aunque su vínculo con una alimentación desordenada es innegable, las complicaciones metabólicas y hormonales también desempeñan un papel crucial en este creciente problema.

El renombrado cirujano ortopédico e investigador, el Dr. Fernando Gómez, ilumina la relación entre el exceso de peso y las articulaciones que sostienen el cuerpo. Expresa “Al soportar tensiones y presiones, las fuerzas que actúan sobre estas articulaciones pueden compararse con las leyes fundamentales de la mecánica, considerando al esqueleto como un intrincado sistema de palancas en diversas situaciones, desde el decúbito hasta la marcha y la carrera”.

El especialista aseguró que “El peso adicional que acompaña al sobrepeso y la obesidad puede tener un impacto devastador en las rodillas, manifestándose a través de diversos problemas musculoesqueléticos. Uno de los efectos más notorios es el desgaste prematuro del cartílago, un fenómeno que puede desencadenar afecciones crónicas como la osteoartritis.

La inflamación también se convierte en un actor clave, ya que el tejido adiposo produce sustancias químicas inflamatorias que afectan las articulaciones, contribuyendo al dolor y la rigidez en las rodillas. Además, el riesgo de lesiones en los ligamentos y meniscos de la rodilla aumenta significativamente, dado que la carga adicional impuesta por el peso excesivo ejerce más presión sobre estas estructuras.

La alteración en la alineación de las piernas es otro aspecto a considerar, ya que puede intensificar la carga en áreas específicas de las rodillas, propiciando problemas como la condromalacia rotuliana. Asimismo, las personas con sobrepeso u obesidad enfrentan un mayor riesgo de fracturas, comprometiendo la integridad de las articulaciones de la rodilla.

Sin embargo, la buena noticia radica en que la pérdida de peso, a través de cambios en la dieta y la incorporación de actividad física, puede aliviar significativamente la presión sobre las rodillas y mejorar la salud articular.

El sobrepeso y la obesidad pueden contribuir al desarrollo o empeoramiento de diversas condiciones musculoesqueléticas, como:

1. Desgaste de cartílago: El exceso de peso puede aumentar la presión sobre el cartílago de las rodillas, lo que con el tiempo puede llevar a un desgaste prematuro y afecciones como la osteoartritis.

2. Inflamación: El tejido adiposo produce sustancias químicas inflamatorias. La inflamación crónica puede afectar las articulaciones y contribuir al dolor y la rigidez en las rodillas.

3. Lesiones ligamentarias y meniscales: El aumento de peso puede aumentar el riesgo de lesiones en los ligamentos y meniscos de la rodilla, ya que la carga adicional puede poner más presión sobre estas estructuras.

4. Problemas de alineación: El peso adicional puede afectar la alineación de las piernas, lo que puede aumentar la carga sobre ciertas áreas de las rodillas y contribuir a problemas como la condromalacia rotuliana.

5. Mayor riesgo de fracturas: En personas con sobrepeso u obesidad, el riesgo de fracturas también puede aumentar, lo que podría afectar la integridad de las articulaciones de la rodilla.

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