En una declaración contundente, el director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Carlos Calatrava, ha presentado una visión audaz para transformar el sistema educativo venezolano. Bajo el título “Hacia un Nuevo Contrato Social Educativo: La UCAB Propone un Ambicioso Plan de Rescate”, la propuesta busca no solo diagnosticar, sino actuar con urgencia ante la crisis educativa que afecta a millones de estudiantes y docentes.
Este plan innovador, desarrollado por un equipo diverso de profesionales de la educación, se enfoca en cinco áreas clave para revitalizar la educación en el país. Desde abordar la deserción y el rezago pedagógico hasta construir más de 24,000 escuelas, la propuesta va más allá de las palabras y busca un compromiso real con soluciones tangibles.
Calatrava advierte que “la educación venezolana no aguanta más demagogia”, subrayando la urgencia de pasar de las palabras a la acción. La propuesta, detallada en un documento de 15 páginas, aborda problemas críticos como la salida de 4 millones de niños del sistema educativo y la emigración de casi 200 mil docentes.
Bajo el ambicioso objetivo de lograr avances concretos para 2030, con posibilidad de prorrogarse hasta 2050, el plan se alinea con el ODS número 4 de la ONU: garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad. Calatrava destaca la necesidad de establecer un “nuevo contrato social en materia educativa”, involucrando a toda la sociedad, no solo al Estado.
Las cinco líneas de trabajo propuestas abarcan desde asegurar la integración escolar de los jóvenes hasta la formación de más de 255,000 nuevos profesionales de la educación para 2030. Calatrava destaca que esto representa una “evolución natural” desde un Estado Docente hacia una Sociedad Educadora, con un llamado a una mayor participación de la familia y las organizaciones civiles.
Con esta propuesta, la UCAB no solo busca cambiar el panorama educativo, sino sentar las bases para una transformación profunda y sostenible en la sociedad venezolana. La educación, según Calatrava, es la clave para adaptarse a las demandas del siglo XXI, y la propuesta de la UCAB es un llamado a la acción para construir un futuro educativo sólido y equitativo en Venezuela.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias