El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) ha emitido un inquietante informe que sacude los cimientos de la economía del país. En el primer semestre de 2023, Venezuela ha formalmente ingresado en un nuevo ciclo de recesión, como consecuencia de las contundentes contracciones registradas en el Índice Mensual de Actividad Económica.
Los números hablan por sí solos: durante el primer trimestre, la economía sufrió una drástica caída del 7,6%, y la situación no mejoró en el segundo trimestre, donde la contracción alcanzó el 6,3%. La revisión de los datos revela una preocupante tendencia a la baja, con una reestimación del -8,3% al -7,6% en la cifra correspondiente al primer trimestre. Todo esto sumado implica una dolorosa realidad: la actividad económica se contrajo un 7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Para el economista y miembro del OVF, José Guerra, el ingreso del país en este nuevo ciclo recesivo tiene graves consecuencias. La caída de la actividad económica afecta directamente a los ingresos de las personas, especialmente los trabajadores, y resulta en un empobrecimiento generalizado de la economía.
El experto advierte que la recesión tendrá un profundo impacto en la calidad de vida de los ciudadanos, lo que agudizará aún más la situación ya desfavorable que enfrentan. En ese contexto, el economista y profesor universitario, Luis Oliveros, enfatiza que el poder adquisitivo de los venezolanos sufrirá un deterioro significativo, con menor actividad económica, menos empleo, menor consumo y un aumento generalizado del pesimismo y las expectativas negativas.
La incertidumbre que rodea la economía de Venezuela en este momento hace que la entrada en recesión sea aún más preocupante. No solo se trata de una mala noticia para el país, sino que plantea serios desafíos para los líderes y ciudadanos que buscan recuperarse de una situación económica ya precaria.
Es hora de tomar medidas urgentes y efectivas para revertir este sombrío panorama. La situación exige la colaboración de expertos, líderes y ciudadanos para diseñar estrategias que impulsen la actividad económica, fomenten la inversión y estimulen el crecimiento sostenible. Solo así será posible trazar un camino hacia la recuperación y superar esta recesión que amenaza el bienestar de todos los venezolanos.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre de cada año. Esta fecha fue establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad. La celebración de este día busca concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, así como promover la comprensión de sus derechos y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica y la participación plena en la vida social y cultural. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, también desempeña un papel importante en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad a nivel internacional. Este tratado reconoce que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona y destaca la importancia de eliminar las barreras que limitan su participación plena en la sociedad.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.