“Te preguntarás qué haces aquí”, así comienza el primero de estos siete caminos, de estas siete historias que, sobre las tablas del Centro Cultural B.O.D., tienen como misión diseccionar y exponer a la violencia, con toda su crudeza y con todos sus matices y claroscuros, ante los ojos del público. Las citas serán los días 23, 24 y 30 de abril, y el primero de mayo de 2022. “De la violencia” representa la ópera prima de Fereteatro, grupo artístico conformado por estudiantes y ex-estudiantes de la Universidad Monteávila, en Caracas, Venezuela.
Un oficinista, triste y cansado de los derroteros de su día a día, planifica un encuentro con la persona que le arruinó la vida. Un par de niñas, envueltas en el torbellino de un terrible conflicto armado, piensan en huir, aún cuando saben que las posibilidades de éxito son escasas. A un humilde matrimonio de barberos se les presenta, como caída del cielo, la oportunidad de hacer una revolución que podría cambiar al país. “De la violencia” es el debut profesional como autor y director de Tomás Arturo Marín, joven escritor y dramaturgo galardonado dos veces en España por sus relatos teatrales breves y sus poemas.
El elenco de la obra estará conformado por Daniel Brito, Estefanía Romero, Krisha la Scala y por el propio Tomás Marín. La producción estará a cargo de Yohanna Querales, de Vanessa Lentini y de Beatriz Granados. Todo el personal artístico y técnico, resaltamos, tiene como punto de encuentro a la Universidad Monteávila. Además, el embrujador tema musical de la obra, “Cortafuegos”, ha sido compuesto por la cantaurora extremeña Elena Cormán (@elenacorman), cuyos temas pueden encontrarse en Spotify, Youtube y demás redes.
La principal misión de Fereteatro, su norte, su filosofía, es rescatar a los escenarios como espacios de pensamiento, de encuentro, de impacto y de reflexión. En medio de tantas propuestas frívolas y de chistes sexuales y fáciles, Fereteatro busca blandir una lanza artística a favor de un teatro alternativo y de altura, de un teatro heredero de la tragedia de Esquilo, de la ironía de Brecht y de la ternura de Casona, referentes absolutos de la dramaturgia universal. “De la violencia”, prueba de ello, se representó en la Sala Cabrujas del Municipio Chacao y en el Teatrex El Bosque con una gran aclamación del público, que, entre risas y lágrimas, obsequiaron, en cada una de las funciones, una ovación de pie.
La invitación, entonces, es para el 23, 24, 30 de abril y primero de mayo. Será un encuentro, sin duda, inolvidable.
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El 17 de noviembre conmemora el Día Internacional del Síndrome de Smith Magenis, un hito que destaca la relevancia de esta condición genética descubierta en los años 80 por Ana Smith y Ellen Magenis, una pionera en genética molecular. Este síndrome, vinculado a una deficiencia en el cromosoma 17, afecta aproximadamente a 1 persona de cada 15.000/25.000 nacimientos, manifestándose con una variedad de síntomas físicos y conductuales, acompañados de un retraso mental de gravedad variable y anomalías congénitas. Las asociaciones dedicadas al Síndrome de Smith Magenis organizan eventos con el objetivo claro de sensibilizar tanto a la población en general como a los profesionales de la salud. Entre las metas fundamentales de estas iniciativas se encuentran: Impulsar la Detección Precoz: Fomentar la identificación temprana de la enfermedad, garantizando un abordaje más efectivo desde sus primeras etapas. Atender las Necesidades de los Afectados: Buscar soluciones integrales que aborden las necesidades terapéuticas, educativas y asistenciales de quienes conviven con este síndrome, así como proporcionar un sólido apoyo a sus familias. Promover la Investigación: Lanzar un llamamiento apasionado a la investigación, destacando la importancia de explorar y comprender más a fondo esta patología para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Generar Conciencia Pública: Ampliar el conocimiento general sobre el Síndrome de Smith Magenis es esencial. Con campañas educativas, se busca sensibilizar a la población acerca de la existencia de esta condición y fomentar la empatía y la comprensión.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.