Bitcoin (BTC) y el resto de las criptomonedas vieron este en el 2021 en Venezuela un lugar en dónde poder desarrollarse y expandirse. De acuerdo a José Ángel Álvarez, presidente de la Asociación Nacional de Criptomonedas (Asonacrip), en el país hay muchas personas que «están ávidas de encontrar soluciones» y, por eso, apuntan a bitcoin.
Según Álvarez, la opción de usar bitcoin está siendo bastante positiva en Venezuela, donde «es común ver en vallas y autobuses publicidad relacionada con BTC». «Se están desarrollando las industrias de la minería digital, de la tecnología fintech y se está desarrollando un marco legal que abre las puertas para la seguridad jurídica y avanzar en la creación de una criptonación», explicó.
De acuerdo a cálculos recientes de Asonacrip, en una sola semana se llegó a comerciar en Venezuela el volumen equivalente a más de un mes de trabajo en la Bolsa de Valores de Caracas (BVC).
«A pesar de que son estimaciones un poco subjetivas, consideramos que son positivas para el crecimiento del ecosistema de criptomonedas en Venezuela», dijo.
Según Álvarez el BTC es una de las criptomonedas más utilizadas en Venezuela. La segunda, «por paradójico que pueda parecer», según dijo, fue el petro, el activo digital creado por el gobierno venezolano. De tercera se posicionó la stablecoin tether (USDT).
Estas criptomonedas, precisó, tienen mayor presencia y uso en Caracas, donde se está comercializando en tiendas, bodegones y cafés.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) es una organización internacional creada en el año 1978 que agrupa a organizaciones no gubernamentales, sociedades científicas y profesionales en el área de la sexualidad humana, cuyo objetivo principal es promover los derechos sexuales, fundamentados en los derechos humanos universales para una adecuada salud sexual. Promueve la salud sexual a través de campañas, eventos y actividades educativas en diferentes regiones del mundo. A continuación mencionamos los derechos sexuales contemplados en los derechos humanos: El derecho a la igualdad y a la no-discriminación. El derecho a la vida, libertad y seguridad de las personas. El derecho a la autonomía e integridad del cuerpo. El derecho a una vida libre de tortura, trato o pena crueles, inhumanos o degradantes. El derecho a una vida libre de todas las formas de violencia y de coerción. El derecho a la privacidad. El derecho al grado máximo alcanzable de salud, incluyendo la salud sexual que comprende experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y seguras. El derecho a gozar de los adelantos científicos y de los beneficios que de ellos resulten. El derecho a la información. El derecho a la educación y el derecho a la educación integral de la sexualidad. El derecho a contraer, formar o disolver el matrimonio y otras formas similares de relaciones basadas en la equidad y el pleno y libre consentimiento. El derecho a decidir tener hijos, el número y espaciamiento de los mismos, y a tener acceso a la información y los medios para lograrlo. El derecho a la libertad de pensamiento, opinión y expresión. El derecho a la libre asociación y reunión pacíficas. El derecho a participar en la vida pública y política. El derecho al acceso a la justicia y a la retribución y la indemnización.
En el seno del Congreso mexicano, el enigma de las Momias de Nazca se convirtió en el epicentro de una encendida discusión. El destacado ufólogo Jaime Maussan tomó la escena para presentar dos cuerpos que, según él, desafían la clasificación humana y pertenecen a “seres no humanos”. Imagen de uno de los cuerpos “no humanos” mostrados en MéxicoReuters Los cuerpos, con más de 1.000 años según estudios respaldados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han desatado un debate en torno a su autenticidad y origen. Maussan, firme en su posición, destaca que estos cuerpos no son momias convencionales, sino auténticos cuerpos completos con características singulares que los hacen excepcionales. Sin embargo, la comunidad científica no está completamente convencida y plantea serias dudas sobre la autenticidad de estos cuerpos. La Universidad mexicana, a partir de sus propios estudios, desmiente la afirmación de Maussan sobre la procedencia extraterrestre de los cuerpos disecados. El Instituto de Física de la UNAM sostiene que no hay pruebas concluyentes que los cataloguen como “seres no humanos” o extraterrestres, desafiando así la narrativa presentada en el Congreso. Fuente para la redacción de la noticia: Antena 3