La compañía de seguridad Informática, ESET, analiza cómo las organizaciones pueden minimizar los daños que pueden causar los ciberataques en un escenario con trabajadores que alternan entre el trabajo remoto y presencial en la oficina.
El trabajo remoto llegó para quedarse y el modelo que parece estar ganando más adeptos es el híbrido, en el cual se le permite a la mayor parte del personal de una organización trabajar desde casa, pero también se le pedirá que concurra a la oficina ciertos días de la semana. Este modelo se entiende como una solución que toma “lo mejor de ambos mundos”, tanto para colaboradores como para empleadores. Según ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, el último año se observó que la adopción masiva del trabajo remoto también hizo que se crearan las condiciones perfectas para que prosperen los actores de amenazas.
El cambio hacia el trabajo híbrido, también conocido en inglés como hybrid workplace, parece inevitable y es poco probable que las cosas vuelvan a ser tal cual eran antes de la pandemia. El modelo de trabajo híbrido contribuye a mejorar el bienestar, la retención y la contratación del personal, impulsar la productividad y revitalizar la fuerza laboral, sin mencionar la reducción de costos que significa. Sin embargo, todavía hay confusión sobre los detalles. Según McKinsey, el 90% de las organizaciones a nivel global combinarán el trabajo remoto y el presencial después de la pandemia, aunque el 68% aún no tiene un plan detallado que haya sido comunicado o implementado. Las amenazas informáticas a menudo prosperan en escenarios donde hay ausencia de preparación y falta de toma de decisiones estratégicas.
Una investigación de ESET realizada a principios de este año encontró que el 80% de las empresas a nivel global confía en que sus empleados que trabajan de manera remota tienen el conocimiento y la tecnología que se necesita para lidiar con las amenazas informáticas. Sin embargo, en el mismo estudio, el 73% de las organizaciones admitió que es probable que se vean afectados por un incidente de ciberseguridad, y la mitad dijo que ya sufrió alguna brecha de seguridad en el pasado.
Las organizaciones enfrentan múltiples desafíos, muchos de los cuales fueron presenciados de primera mano durante 2020 y la primera parte de 2021. ESET comparte los principales:
El factor humano: Los trabajadores remotos están más expuestos porque al trabajar desde casa un miembro de la familia o alguien con quien conviven pueden llevarlos a distraerse y, por lo tanto, son más propensos a equivocarse y hacer clic en enlaces maliciosos. Ponerse en contacto con el área de soporte de TI o incluso hacer que un colega revise un correo electrónico sospechoso es mucho más difícil cuando se trabaja de forma remota, mientras que el uso de redes hogareñas y de computadoras personales para el trabajo pueden ofrecer menos protecciones contra el malware.
Desafíos tecnológicos y específicos de la nube: ESET reportó un aumento del 140% en los ataques dirigidos al RDP en el tercer trimestre de 2020. Existe una preocupación por las vulnerabilidades y las malas configuraciones a nivel de software por parte de los usuarios, y por los reportes de credenciales de acceso robadas. El 41% de las organizaciones encuestadas por el Cloud Industry Forum cree que la oficina es un entorno más seguro que la nube. Además, un entorno de trabajo híbrido implica una mayor transferencia de datos entre trabajadores remotos, servidores en la nube y empleados de oficina.
“La buena noticia es que, si bien asegurar el trabajo híbrido será un desafío, existen mejores prácticas que pueden guiar a los CISO. El modelo Zero Trust está ganando popularidad como una forma para gestionar trabajadores y sistemas locales y remotos basados en la nube. Requiere múltiples tecnologías para funcionar de manera efectiva, desde la autenticación multifactor (MFA) y el cifrado de un extremo a otro, hasta la detección y respuesta de la red, la microsegmentación y más.”, menciona Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica. El modelo Zero Trust se basa en la premisa de que la antigua noción de seguridad perimetral corporativa ha desaparecido, y ya no se puede confiar ciegamente en los dispositivos y usuarios de la red corporativa. En su lugar, deben autenticarse de forma dinámica y continua, con el acceso restringido de acuerdo con los principios de “menor privilegio ” y la segmentación de la red para limitar aún más la actividad potencialmente maliciosa.
“Desde ESET compartimos algunas prácticas recomendadas para mejorar la seguridad del trabajo remoto. Antes incluso de pensar en nuevas tecnologías y controles de seguridad, las organizaciones deben reescribir sus políticas para el nuevo modelo de trabajo híbrido. Esto debe incluir permisos de acceso individuales para empleados, procesos de conexión remota, manejo de datos fuera del sitio y responsabilidades de ciberseguridad para los usuarios, entre muchos otros elementos. Por último, si bien las medidas técnicas como la rápida instalación de parches de seguridad obviamente son vitales, también lo son las consideraciones humanas. Brindar capacitaciones de manera regular para mejorar la formación y concientización a través de lecciones breves y dirigidas a todos los empleados es crucial para mejorar la postura de ciberseguridad de cualquier organización. El factor humano puede que sea el eslabón más débil, pero también puede ser la primera línea de defensa.”, concluye Gutiérrez Amaya, de ESET Latinoamérica.
En el mundo de la genética, existe un misterioso desorden que desafía las expectativas y despierta la curiosidad de muchos: el Síndrome de Edwards, también conocido como Trisomía 18. Este trastorno genético se caracteriza por la presencia de un cromosoma extra en el par 18, llevando consigo una serie de alteraciones físicas que marcan el inicio de un camino lleno de desafíos. En condiciones normales, los seres humanos poseen un total de 46 cromosomas, heredados de ambos progenitores. Sin embargo, cuando esta carga genética se ve alterada, emergen condiciones como el Síndrome de Edwards, impactando significativamente la vida del individuo afectado y de sus seres queridos. Los síntomas del Síndrome de Edwards pueden variar desde anomalías cardíacas y renales hasta malformaciones en diferentes partes del cuerpo. Este complejo cuadro clínico conlleva a una alta tasa de mortalidad en la etapa neonatal, siendo muchos los niños que no sobreviven más allá de su primer año de vida. Sin embargo, aquellos que superan esta etapa inicial enfrentan desafíos continuos en su desarrollo y calidad de vida. A pesar de las adversidades que presenta, el Síndrome de Edwards no define la totalidad de la vida de quienes lo padecen. Familias y comunidades se unen en un esfuerzo inquebrantable para brindar apoyo y amor a aquellos afectados, buscando mejorar su calidad de vida y promover su inclusión en la sociedad. El diagnóstico precoz juega un papel crucial en la gestión de esta condición. La detección temprana permite acceder a intervenciones médicas y terapias que pueden mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente. Además, brinda a las familias la oportunidad de recibir el apoyo necesario y prepararse para los desafíos que enfrentarán. En un mundo donde la diversidad genética es una realidad, es fundamental aumentar la conciencia sobre condiciones como el Síndrome de Edwards. Cada individuo merece comprensión, respeto y acceso a los recursos necesarios para alcanzar su máximo potencial, independientemente de sus diferencias genéticas. En conclusión, el Síndrome de Edwards es mucho más que una anomalía cromosómica; es un recordatorio de la diversidad y fragilidad de la vida humana. A través del conocimiento, la compasión y el apoyo, podemos crear un entorno más inclusivo y comprensivo para aquellos que enfrentan este desafío genético. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
En diversas tradiciones esotéricas, místicas e iniciáticas, el trigo puede tener diversos significados simbólicos. Es importante tener en cuenta que estas interpretaciones pueden variar según la cultura, la religión o la corriente esotérica específica. A continuación, se presentan algunas interpretaciones comunes asociadas al trigo en contextos esotéricos e iniciáticos: Símbolo de Abundancia y Prosperidad: El trigo, al ser un alimento básico y esencial en muchas culturas, a menudo se asocia con la abundancia y la prosperidad. En este contexto, puede representar la nutrición espiritual y el crecimiento interior. Ciclo de Vida y Renacimiento: La planta de trigo pasa por diferentes etapas de crecimiento, desde la siembra hasta la cosecha. Este ciclo puede interpretarse como un símbolo del viaje espiritual, con la siembra representando el inicio de la búsqueda espiritual, el crecimiento simbolizando la evolución y la cosecha representando la realización espiritual. Ofrenda y Sacrificio: En algunas tradiciones esotéricas, el trigo ha sido utilizado como ofrenda simbólica o como parte de rituales de sacrificio. Puede representar la disposición del individuo a ofrecer algo valioso como parte de su camino espiritual. Conexión con lo Divino: Dado que el trigo ha sido un alimento fundamental en la dieta humana desde tiempos antiguos, su presencia en rituales y ceremonias puede simbolizar la conexión entre lo divino y lo terrenal. Puede representar la idea de que la espiritualidad está intrínsecamente conectada a la vida cotidiana. Elemento en Rituales de Iniciación: En algunos sistemas iniciáticos, el trigo puede desempeñar un papel simbólico durante los rituales de iniciación. Puede representar la pureza, la transformación y el renacimiento espiritual del individuo que está siendo iniciado. Es importante recordar que estas interpretaciones pueden variar y que la comprensión del simbolismo del trigo puede depender del contexto cultural y espiritual específico en el que se encuentre. Además, la interpretación personal y la experiencia individual también desempeñan un papel significativo en la comprensión de estos símbolos en el ámbito esotérico e iniciático. https://www.tiktok.com/@mscnoticias