La marcha entusiasta de Banesco por certificar a emprendedores no se ha detenido. Con el evento “De la idea al negocio: ¿Cómo se hace un empresario?” la entidad financiera demuestra que es parte importante —con su Programa de Formación de Microempresarios— de la historia del emprendimiento en Venezuela.
Banesco Banco Universal, cuya política de Responsabilidad Social Empresarial tiene como pilares el fomento a la educación, la salud y la inclusión financiera de los venezolanos, celebró los 13 años de su Programa de Formación de Microempresarios con más de 70.000 emprendedores certificados. La institución financiera organizó, a propósito, un evento de formación y reflexión: “De la idea al negocio: ¿Cómo se hace un empresario?”
El emprendimiento en Venezuela tiene historia y Banesco forma parte de ella. En dos horas y media, la institución financiera compartió, en un evento público el 9 de septiembre de 2021, sus 13 de años de marcha entusiasta por formar al empresario del futuro con una visión de desarrollo sustentable, que responda a las necesidades del país y se adapte a las nuevas tecnologías.
Con unas 430 personas conectadas a la transmisión desde las diferentes redes sociales, Banesco se reencontró con emprendedores certificados por su programa de Formación de Microempresarios y abrió esta conversación a nuevos interesados en formar parte de un programa que ofrece herramientas para convertir ideas en negocios sustentables. “En Banesco identificamos, como empresa socialmente responsable que somos, la gran oportunidad de fortalecer a comunidades populares con educación de calidad, y al mismo tiempo, crear nuevo tejido económico”, dijo José Grasso Vecchio, presidente ejecutivo de Banesco, para dar inicio al evento.
El evento fue conducido por la periodista Jessica Morales y contó con las ponencias de importantes emprendedores y académicos del emprendimiento. Entre ellos: Edwin Ojeda, profesor del IESA y asesor del programa de emprendimiento del PNUD en Venezuela; Ángel Méndez, especialista en Marketing Digital y profesor del CIAP-UCAB, así como también, Guilleldris Salcedos y María Isabel Díaz, economistas y miembros de FundAcción Social. Estas dos últimas condujeron la conversación entre tres microempresarios venezolanos de éxito: Maria Fernanda Di Giacobbe, de Cacao de Origen; Jorge Arredondo, de Ávila Burger y Leonardo Castañeda, de Calzados Fénix, microempresario certificado por el Programa de Formación de Banesco.
Ojeda se refirió a estudios que señalan a Venezuela como una “cultura propicia para promover el emprendimiento”. Sostuvo que el ecosistema de emprendedores muestra durante los últimos años “signos de vitalidad”. Ángel Méndez, se dedicó a explicar el reto de convertir emprendedores en empresarios “Hay que tener la mentalidad de aprendiz y desaprender todos los días”, recomendó Méndez.
María Fernanda Di Giacobbe, fundadora de Cacao de Origen, Jorge Arredondo, empresario y fundador de Ávila Burger, y Leonardo Castañeda, certificado por el Programa de Formación de Microempresarios de Banesco, contaron sus aventuras, desventuras, estrategias y aciertos en su camino de emprender. Para ellos ha sido fundamental fijar una idea y tener una meta clara, recibir formación, conocer el proceso operativo de sus negocios, trabajar y aliarse con instituciones o individualidades que comprenden el emprendimiento como una noción para el desarrollo.
El Programa de Formación de Microempresarios nació en 2008 con la idea de inclusión y educación financiera para la mayor cantidad de venezolanos. También para fortalecer lo que Juan Carlos Escotet, presidente de la Junta Directiva de Banesco Banco Universal, llamó “la cultura proclive, extendida y arraigada” del emprendimiento venezolano.
En este camino, Banesco logró alianzas exitosas para capacitar a la comunidad de emprendedores con Fe y Alegría, Universidad Metropolitana, Universidad de los Andes, Instituto Universitario de Gerencia y Tecnología (IUGT), Universidad Corporativa de Sigo, Asociación Venezolana de Educación Católica, Asociación de Promoción de la Educación Popular, FundAcción Social, Negocio Pyme, Opción Venezuela, Asociación de Trabajadores, Emprendedores y Microempresarios, Superación Personal a través de la Tecnología, Asociación Civil por la Caracas Posible, Fundación La Salle y la Universidad Posible.
“Juntos contribuimos con la inclusión, con el desarrollo de nuevos negocios venezolanos y la generación de nuevos empleos”, fueron las palabras de agradecimiento de Grasso por el apoyo que estos aliados han dado al programa.
En tres ocasiones el Programa de Formación de Microempresario ha actualizado sus contenidos para ir a la par de las necesidades del mercado y la coyuntura económica del país. Hoy cuenta con tres modalidades virtuales de enseñanza y capacitación: 30, 21 y 3 días. Además de estar alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por la Organización de Naciones Unidas.
“Con el Programa de Formación de Microempresarios de Banesco queremos, en definitiva, acompañar a esos emprendedores y ofrecerles herramientas que les ayuden a cruzar desde la orilla de una idea inicial a la otra orilla de un pequeño negocio, y así, crear una ruta propia hacia la formalización de su actividad económica y su crecimiento”, concluyó Grasso. El evento “De la idea al negocio: ¿Cómo se hace un empresario?” puede ser visto en el canal Banesco en Imágenes en Youtube
En el mundo de la genética, existe un misterioso desorden que desafía las expectativas y despierta la curiosidad de muchos: el Síndrome de Edwards, también conocido como Trisomía 18. Este trastorno genético se caracteriza por la presencia de un cromosoma extra en el par 18, llevando consigo una serie de alteraciones físicas que marcan el inicio de un camino lleno de desafíos. En condiciones normales, los seres humanos poseen un total de 46 cromosomas, heredados de ambos progenitores. Sin embargo, cuando esta carga genética se ve alterada, emergen condiciones como el Síndrome de Edwards, impactando significativamente la vida del individuo afectado y de sus seres queridos. Los síntomas del Síndrome de Edwards pueden variar desde anomalías cardíacas y renales hasta malformaciones en diferentes partes del cuerpo. Este complejo cuadro clínico conlleva a una alta tasa de mortalidad en la etapa neonatal, siendo muchos los niños que no sobreviven más allá de su primer año de vida. Sin embargo, aquellos que superan esta etapa inicial enfrentan desafíos continuos en su desarrollo y calidad de vida. A pesar de las adversidades que presenta, el Síndrome de Edwards no define la totalidad de la vida de quienes lo padecen. Familias y comunidades se unen en un esfuerzo inquebrantable para brindar apoyo y amor a aquellos afectados, buscando mejorar su calidad de vida y promover su inclusión en la sociedad. El diagnóstico precoz juega un papel crucial en la gestión de esta condición. La detección temprana permite acceder a intervenciones médicas y terapias que pueden mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente. Además, brinda a las familias la oportunidad de recibir el apoyo necesario y prepararse para los desafíos que enfrentarán. En un mundo donde la diversidad genética es una realidad, es fundamental aumentar la conciencia sobre condiciones como el Síndrome de Edwards. Cada individuo merece comprensión, respeto y acceso a los recursos necesarios para alcanzar su máximo potencial, independientemente de sus diferencias genéticas. En conclusión, el Síndrome de Edwards es mucho más que una anomalía cromosómica; es un recordatorio de la diversidad y fragilidad de la vida humana. A través del conocimiento, la compasión y el apoyo, podemos crear un entorno más inclusivo y comprensivo para aquellos que enfrentan este desafío genético. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
En diversas tradiciones esotéricas, místicas e iniciáticas, el trigo puede tener diversos significados simbólicos. Es importante tener en cuenta que estas interpretaciones pueden variar según la cultura, la religión o la corriente esotérica específica. A continuación, se presentan algunas interpretaciones comunes asociadas al trigo en contextos esotéricos e iniciáticos: Símbolo de Abundancia y Prosperidad: El trigo, al ser un alimento básico y esencial en muchas culturas, a menudo se asocia con la abundancia y la prosperidad. En este contexto, puede representar la nutrición espiritual y el crecimiento interior. Ciclo de Vida y Renacimiento: La planta de trigo pasa por diferentes etapas de crecimiento, desde la siembra hasta la cosecha. Este ciclo puede interpretarse como un símbolo del viaje espiritual, con la siembra representando el inicio de la búsqueda espiritual, el crecimiento simbolizando la evolución y la cosecha representando la realización espiritual. Ofrenda y Sacrificio: En algunas tradiciones esotéricas, el trigo ha sido utilizado como ofrenda simbólica o como parte de rituales de sacrificio. Puede representar la disposición del individuo a ofrecer algo valioso como parte de su camino espiritual. Conexión con lo Divino: Dado que el trigo ha sido un alimento fundamental en la dieta humana desde tiempos antiguos, su presencia en rituales y ceremonias puede simbolizar la conexión entre lo divino y lo terrenal. Puede representar la idea de que la espiritualidad está intrínsecamente conectada a la vida cotidiana. Elemento en Rituales de Iniciación: En algunos sistemas iniciáticos, el trigo puede desempeñar un papel simbólico durante los rituales de iniciación. Puede representar la pureza, la transformación y el renacimiento espiritual del individuo que está siendo iniciado. Es importante recordar que estas interpretaciones pueden variar y que la comprensión del simbolismo del trigo puede depender del contexto cultural y espiritual específico en el que se encuentre. Además, la interpretación personal y la experiencia individual también desempeñan un papel significativo en la comprensión de estos símbolos en el ámbito esotérico e iniciático. https://www.tiktok.com/@mscnoticias