Correr y ganar toda la zafra 2019 en Japón le brindará un plus al pedalista Orluis Aular en su experiencia asiática en la ruta de Tokyo 2020, prueba que se correrá la madrugada de este viernes 24 de julio en un trazado de 234km en el Circuito Internacional de Fuji, con salida y llegada al Parque Mushasinonomori.
“Es una carrera dura, de un día, en la que pueden pasar muchas cosas y lo importante es pensar positivo”, advierte el yaracuyano, quien se llevó el apodo de “El Samurai Latino” tras coronarse campeón del JPro Tour en 2019, resultado que patentó matemáticamente su clasificación a los Juegos Olímpicos y su pase al ciclismo profesional español con el Caja Rural RGA Seguros.
Aular dominó el ciclismo japonés en octubre de un 2019 increíble que lo situó entre los diez corredores del mundo con más top 10 y victorias UCI (33 en total) de la temporada, defendiendo los colores del Matrix Power Tag.
El criollo es un esprinter natural que embala bien, sube con gran capacidad y su desempeño en la contrarreloj va en mejoría constante. En su haber, suma dos títulos de Vuelta a Venezuela (2019 y 2020), ha ganado dos etapas en la Vuelta al Táchira y se ha codeado desde su llegada a Europa en 2020 con el Caja Rural RGA de España, con la élite del ciclismo mundial.
La ruta olímpica de Tokyo 2020 será una de las más exigentes de todos los tiempos, pues se presenta con un recorrido de 234km y casi 5.000 metros de desnivel positivo: 4.865m. La carrera tendrá un punto de quiebre en Doshi Road y Kagosaka Pass antes de la subida a Fuji Sanroku, a merced del mítico Monte Fuji. Al descenso los corredores rodarán por una zona con varios repechos antes de entrar en los últimos 40 kilómetros finales con subida a Mikuni Pass y Kagosaka Pass, además de un rápido declive como preludio a la meta.
“Estos Juegos son un sueño hecho realidad, estaré con los grandes corredores del mundo, a muchos de ellos ya me los he topado en carreras en Europa. Me siento bien físicamente para afrontar este reto por Venezuela”, admite el oriundo de Nirgua.
130 corredores animarán la prueba de carretera en Tokyo 2020, una en la que habrá una marca presencia latinoamericana comandada por el equipo colombiano donde resaltan nombres como el de Rigoberto Urán y Sergio Andrés Higuita (EF Nippo); Esteban Chaves (Bike Exchange), Nairo Quintana (Arkea Samsic) y Daniel Martínez (Team Ineos). Además, Richard Carapaz, campeón del Giro Italia 2019, encabeza el equipo ecuatoriano.
Entre los atletas favoritos para ganar la carrera, destacan el esloveno Tadej Pogacar, que viene de dominar el Tour de Francia. El belga Wout Van Aert o el también esloveno Primo Roglic y Remco Evenpoel junto al español Alejandro Valverde, irán por la pelea del oro.
El número 37
El ciclismo de ruta nacional hizo su estreno en citas de verano en Melbourne 1956: Arsenio Chirinos, Franco Caccioni, Antonio Montilla y Domingo Rivas fueron parte de la delegación de 22 atletas que llevó Venezuela a su primera expedición olímpica en Oceanía en apenas cinco deportes (atletismo, boxeo, ciclismo, ecuestre y tiro), abanderada por el atleta Rafael Romero.
Desde entonces, el país registra 47 participaciones en la ruta masculina y femenina en 13 ediciones de Juegos Olímpicos entre Melbourne 1956 y Río 2016, con excepciones temporales en Tokio 1964, México 1968 y Múnich 1972, siendo constante y fijo en las delegaciones criollas de forma ininterrumpida desde Montreal 1976 a la fecha.
Un total de 36 pedalistas han visto acción en la ruta de 13 Juegos Olímpicos en 60 años (1956-2016), peregrinaje donde el merideño Carlos Alberto Moya ha sido el rutero con más presencias en Juegos Olímpicos, tres en total de manera ininterrumpida: Barcelona 92’ (puesto 40), Atlanta 96’ (se retiró) y Sidney 2000 (puesto 83).
Los Ángeles 1984 registra la mejor actuación de un venezolano en la ruta olímpica: Enrique Campos, décimo sexto en la clasificación general, a 4:10’’ del campeón, Alexi Grewall (USA).
Aular se convertirá en el trigésimo séptimo corredor que afronte la ruta de la magna justa deportiva universal.
CICLISMO RUTA (Masculino)
Ruta – 234kg
Atleta: Orluis Aular
Hora: 10:00pm a 5:15am del viernes 23
Sede: Circuito Internacional Fuji
Fuente: PRENSA IND
El 17 de noviembre conmemora el Día Internacional del Síndrome de Smith Magenis, un hito que destaca la relevancia de esta condición genética descubierta en los años 80 por Ana Smith y Ellen Magenis, una pionera en genética molecular. Este síndrome, vinculado a una deficiencia en el cromosoma 17, afecta aproximadamente a 1 persona de cada 15.000/25.000 nacimientos, manifestándose con una variedad de síntomas físicos y conductuales, acompañados de un retraso mental de gravedad variable y anomalías congénitas. Las asociaciones dedicadas al Síndrome de Smith Magenis organizan eventos con el objetivo claro de sensibilizar tanto a la población en general como a los profesionales de la salud. Entre las metas fundamentales de estas iniciativas se encuentran: Impulsar la Detección Precoz: Fomentar la identificación temprana de la enfermedad, garantizando un abordaje más efectivo desde sus primeras etapas. Atender las Necesidades de los Afectados: Buscar soluciones integrales que aborden las necesidades terapéuticas, educativas y asistenciales de quienes conviven con este síndrome, así como proporcionar un sólido apoyo a sus familias. Promover la Investigación: Lanzar un llamamiento apasionado a la investigación, destacando la importancia de explorar y comprender más a fondo esta patología para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Generar Conciencia Pública: Ampliar el conocimiento general sobre el Síndrome de Smith Magenis es esencial. Con campañas educativas, se busca sensibilizar a la población acerca de la existencia de esta condición y fomentar la empatía y la comprensión.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.