Atlético Venezuela sigue mostrando confianza en su cantera y esta vez firmó por dos años a los juveniles Sub 20 Alejandro Pinto y Kender Gutiérrez, quienes a lo largo de la campaña en la Serie Nacional, brillaron con luz propia y fueron claves en los buenos resultados obtenidos por las inferiores del club. Pinto se desempeña como portero, en tanto que Gutiérrez ejerce en el mediocampo.
Seguridad en el arco
Pinto, quién disputó 19 partidos (1710 minutos) a lo largo de la temporada, se mostró contento y orgulloso de alcanzar su meta: ser jugador profesional en el Atlético Venezuela. “Es un sueño que se ha hecho realidad. Luché bastante para llegar a un equipo de Primera y lo logré. Agradezco a la institución la confianza depositada en mi y espero poder retribuirla”, señaló con alegría.
El arquero sabe lo importante de llegar a Primera División, y lo ha tomado con mucha serenidad y calma. “Me he sentido bien entrenando con el primer equipo y eso motiva a seguir creciendo y mejorando. Sé que debo dar lo mejor de mí para mantenerme en este equipo que es donde de verdad quiero estar”, señaló Pinto, quién también admitió que la competencia por ganarse un puesto no será fácil: “Tengo que trabajar fuerte para ganarme un espacio, y más en la posición en la que me desempeño, pero me esforzaré al máximo y responderé con trabajo toda la confianza que la institución está depositando en mi”, concluyó.
Clase en el medio campo
Junto a Pinto, llega la firma de Kender Gutiérrez, un extraordinario mediocampista que sabe manejarse bien en su sector del campo, gran recuperador y preciso en los pases. El jugador destacó a lo largo de la contienda en un total de 15 compromisos disputados y acumulando 1629 minutos en sus pies.
Gutiérrez, quién se formó en la institución desde los 16 años y que consiguió anotar un gol en el torneo juvenil, trabajará al máximo para seguir creciendo como futbolista en una institución que lo ha visto crecer y que ve en él un jugador clave para su proyecto.
Tanto Gutiérrez como Pinto, se unen a sus compañeros Sub 20, Alexander Molina y Andrés Maldonado, como primeros refuerzos del primer equipo de cara a la zafra 2014-2015.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias