La sede del Comité Olímpico Venezolano fue el escenario donde se llevó cabo la presentación de la X Temporada de la Liga Nacional Bolivariana de Beisbol, actividad que fue encabezada por el presidente de la LNBB, Wilfred Rodríguez y contó con la presencia del ex Grande liga venezolano, Antonio Armas.
Rodríguez, resaltó durante la presentación de la Liga Nacional que primera vez en la historia una Liga reúne a casi todos los estados del país y cuenta con la participación de tantos atletas, ya que durante los cuatro meses que dura la Liga, verán acción 780 peloteros.
Esta Liga está conformada por cuatro regiones, las cuales son integradas por: Región Oriental: Guerreros de Sucre, Diamantes de Bolívar, Fundación Antonio Armas de Píritu, Waraos del Delta Amacuro, Embajadores de Monagas y Gobernación de Nueva Esparta.
La Región Central la integran: Estudiantes de la UCV, los debutantes Cacaoteros de Miranda, Tiburones de Vargas, Indígenas de Caracas y Felinos de Aragua, estado que regresa a la LNBB, luego de un año de ausencia. La Región Occidental está conformada por Cachorros de Falcón, Rojos de Lara, los actuales campeones Criollitos de Tinaquillo, Cimarrones de Yaracuy, Titanes de la UNEFA y Porteños de Carabobo.
Finalmente en la Región Andino-Llanera, participarán los equipos Petroleros de Barinas, Cafetaleros del Táchira, Cóndor de Mérida, Lanceros de Portuguesa, Trujillanos BBC y Relámpagos del Zulia.
El Director General de la Liga, Bernardo Filardi tomó la palabra para informar sobre cómo se desarrollará el campeonato, los jugadores, así como el formato que se desarrollará, mientras el ex Grande liga venezolano Antonio Armas, emblema de la Liga dijo que está orgulloso de pertenecer a la LNBB, la cual es una Liga muy beneficiosa para los peloteros.
Rojos de Lara barrió al campeón
El equipo Rojos de Lara inició con par de victorias su camino en la LNBB, luego de barrer en su casa con pizarra de 4 carreras por 2 el día sábado, y 3 por 2 el día domingo, para llevarse la serie, en partidos disputados en el estadio Gustavo “Patón” de Tinaquillo.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias