Las causas de los síndromes mielodisplásicos son desconocidas, pese a que factores de riesgo como la exposición a radiaciones, pesticidas o benceno pueden incidir en su aparición
Los glóbulos rojos, glóbulos blancos y las plaquetas son tres tipos de células sanguíneas que se producen en la médula ósea y sirven para transportar el oxígeno y otras sustancias a los tejidos del cuerpo, combatir las infecciones e interrumpir el sangrado. Cuando se generan alteraciones en su producción y maduración, las personas pueden desarrollar un grupo de afecciones denominadas síndromes mielodisplásicos (SMD).
La doctora Ciramar Navarro, médico hematóloga, explica que cuando se presenta este tipo de condición el organismo destruye células y deja al paciente con bajos recuentos sanguíneos. Esta patología es más común en personas mayores de 65 años, con una incidencia anual en esta población de 20 casos por cada 100 mil personas, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.
Aunque en una fase inicial puede tener poca o ninguna sintomatología, en estadios avanzados el paciente puede presentar debilidad, cansancio, palidez, moretones, sangramiento por las encías y nariz, pequeñas manchas en la piel, fiebre y cuadros infecciosos. “Este cuadro varía, según los valores de hemoglobina, plaquetas y glóbulos blancos que el paciente tenga”, acota Navarro, quien se desempeña como Coordinadora de la Unidad de Quimioterapia de la Clínica “Briceño Rossi” en Caracas.
En cuanto al tratamiento, la doctora Clementina Landolfi, pediatra y Presidenta de la Sociedad Venezolana de Hematología (SVH), explica que este varía según las características clínicas que tenga el paciente en un momento determinado. Por ejemplo, “en el caso de los medicamentos que estimulen la producción de glóbulos rojos destaca el uso de eritropoyetinas, y los hipometilantes. Aunque en presencia de anemia grave también se recomiendan transfusiones sanguíneas”.
En caso de que las transfusiones de sangre aplicadas a estos pacientes generen una sobrecarga de hierro en el organismo, las galenas sugieren el uso de quelantes, que remueven los metales pesados del cuerpo y previenen otro tipo de afecciones como fallas cardiacas, diabetes, cirrosis hepática, entre otras.
Pese a que el pronóstico de los síndromes mielodisplásicos es reservado y puede terminar en una leucemia mieloblástica aguda, según Landolfi, su detección temprana y tratamiento pueden prolongar la expectativa de vida del paciente. Asimismo, destaca que en la actualidad, dependiendo la edad y las condiciones de la persona, también puede plantearse el trasplante de médula ósea.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias