Pensar en un aceite saludable y con menos grasas saturadas es posible. Ambos beneficios están presentes en el aceite de canola, obtenido de las semillas de la planta de Colza y familia de las plantas brassicas, como el brócoli, la col y la mostaza. Principalmente cultivada en países como Canadá, Estados Unidos, Australia, China, India y algunos países de la Unión Europea, de esta planta se deriva una versión mejorada y mucho más saludable del aceite.
Los beneficios del aceite de canola son variados. Es un alimento bajo en grasas saturadas, una excelente fuente de ácidos grasos y es especialmente rico en omega 3 y omega 6. Estos dos nutrientes nos ayudan a permanecer lejos del cardiólogo, pues reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, favorecen nuestro sistema circulatorio y mantienen niveles saludables de presión arterial.
Hay más beneficios para nuestra salud que se suman con el consumo de aceite de canola. Este alimento también ayuda a controlar los niveles de colesterol y los triglicéridos, aportando a nuestro organismo lo que los médicos llaman “las grasas buenas”.
No solo es un aceite que contribuye con nuestra salud, sino que también es versátil en la cocina. El aceite de canola no altera el sabor de los alimentos, es agradable y no es muy fuerte. Esto lo convierte en el ingrediente perfecto para recetas que incorporen pescados, verduras, granos y carnes magras. También es el acompañante ideal para condimentar ensaladas, preparar deliciosos aderezos y, en cantidades moderadas, pare freír y saltear alimentos.
¿Por qué deberíamos cambiarnos al aceite de canola? Porque tiene una mayor concentración de ácido graso Linoleico, también conocido como Omega 3. Mientras que para este aceite la concentración es de 8,8%, para otros, como de maíz y el de oliva es de 1,2% y 0,7%, respectivamente.
Natural y rico en beneficios, el aceite de canola es un alimento que llegó para quedarse en nuestra cocina, para así seguir aportando bienestar en nuestras vidas.
El Día Mundial de la Filatelia, celebrado cada 6 de mayo, conmemora un hito trascendental en la historia de las comunicaciones: la emisión del Penny Black, el primer sello postal adhesivo del mundo. Introducido por Gran Bretaña en 1840, este pequeño pedazo de papel no solo revolucionó el sistema postal, sino que sentó las bases para la globalización de la correspondencia. La creación del sello fue impulsada por Rowland Hill, un reformador educativo y empresarial cuya visión transformó la forma en que el mundo se conectaba. Hill propuso un sistema de franqueo prepagado, eliminando las tarifas costosas y complejas de la época. Su innovación, el Penny Black, permitió que millones de personas enviaran cartas a precios accesibles, democratizando la comunicación. Este día también rinde homenaje a Hill como padre de la filatelia, disciplina que estudia los sellos postales como reflejo de la cultura, política y economía de las naciones. El término “Filatelia” fue acuñado en 1864 por el coleccionista francés Georges Herpin, quien lo propuso en el periódico Le Collectionneur de Timbres Poste el 15 de noviembre de ese año. Su legado, junto al de Hill, perdura en cada sello coleccionado, convirtiendo a la filatelia en una herramienta educativa y un negocio millonario en el mercado de coleccionistas. Venezuela, con su rica tradición postal, ha sido parte de esta historia. Desde sellos que celebran su independencia hasta ediciones conmemorativas de eventos internacionales, el país refleja cómo la filatelia une pasado y presente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es