La forma en que los ciberdelincuentes utilizan WhatsApp para cometer algún tipo de fraude es muy variada y existen distintas modalidades. ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, asegura que la mayoría de los engaños que circulan a través de la app o en su nombre utilizan la ingeniería social; es decir, manipulan al usuario al hacerle creer algo que no es y así convencerlo de que realice una acción que le interesa al delincuente.
Si bien muchas modalidades comparten características, ESET la destaca de la siguiente manera:
Este engaño suele comenzar por un mensaje sobre un programa de ayuda solidaria para determinados sectores de la población e invitan a quienes cumplan con los requisitos a inscribirse para recibir la ayuda. Los usuarios deben completar un formulario, pero esta información es la que recolectan quienes están detrás de este tipo de engaño. Muchas de estas campañas utilizan la imagen y/o el nombre de algún organismo gubernamental o de algún programa legítimo de alguna fundación o incluso una compañía. Si bien ESET observó que el objetivo suele ser recolectar información personal, también identificó campañas que buscan monetizar el engaño a través de la instalación de adware o de algún mecanismo para desplegar publicidad no deseada.
—Hola, ¿cómo estás? Un saludo a la distancia. Te mando un fuerte abrazo.
Luego, continúa con algo similar a:
—Imagino que te acuerdas quien está escribiéndote desde España, ¿no?
—¿No me digas que eres Mireya?
—Pues claro que sí, ¿cómo están por ahí?
Este fue un diálogo real entre estafador y potencial víctima que decidió seguir la conversación y engañar al delincuente.
La intención es ver si la víctima le da pie al estafador de continuar con el plan. El objetivo es pedirle una ayuda por un pequeño percance. Entonces el supuesto conocido le cuenta que está regresando al país y que tuvo un problema con su pasaporte y no pudo abordar el avión, pero que las maletas sí salieron. Engonces le pregunta si podría recibirlas y en caso de que acceda, le solicita fotos de su documento de ambos lados para hacer el trámite correspondiente y que pueda recibir las maletas.
La víctima recibe en su teléfono un mensaje de texto o vía WhatsApp solicitando si por favor puede reenviar el código de seis dígitos que por error se envió a su teléfono. El mensaje puede ser de un contacto que perdió el acceso a su cuenta o de un número desconocido. Si la víctima desprevenida accede y reenvía el código que llegó inesperadamente, es probable que pierda el control de su cuenta de WhatsApp si no tenía habilitada la autenticación en dos pasos.
Pie de imagen: Ejemplo de mensaje que solicita enviar el código de verificación de seis dígitos de WhatsApp.
ESET también identificó ciberdelincuentes se hacen pasar por la cuenta oficial de WhatsApp de organismos públicos o del sector de la salud, para distintos tipos de engaño, y uno de ellos es robar el código de verificación de WhatsApp. Por ejemplo, cuando en Argentina estafadores se hicieron por el Gobierno y se contactaron con usuarios para asignar turnos para la vacuna contra el COVID-19 con el verdadero objetivo de robar el código de verificación de WhatsApp para luego estafar a sus contactos y descargar su información.
Otra forma muy recurrente que utilizan los cibercriminales para robar cuentas de WhatsApp es a través del SIM Swapping, aunque esto va más allá de WhatsApp y permite el secuestro de otras cuentas, incluso las credenciales bancarias. SIM Swapping se produce cuando los delincuentes logran engañar a la compañía telefónica y obtienen un chip con tu línea telefónica haciéndose pasar por el usuario. De esta manera, toman el control de la línea telefónica y el SMS con el código de verificación llegará al atacante que tiene el control de los SMS.
En algunas campañas más sofisticadas y que sirven para entender cómo se conectan los datos robados entre los servicios, a partir del compromiso de una cuenta de correo los criminales realizan estafas de suplantación de identidad a través de WhatsApp. Hace unos meses se conoció el caso de un usuario que sufrió el compromiso de su cuenta Outlook y los atacantes descargaron una copia con la lista de contactos del correo, fotografías y su nombre completo. Luego, con esta y otra información recolectada, crearon cuentas de WhatsApp y se contactaron con su lista de contactos suplantando la identidad de la víctima y ofreciendo dólares para vender.
Por último, hay casos en los que se utilizan perfiles falsos de WhatsApp haciéndose pasar por organismos gubernamentales. Los delincuentes se comunican a través del chat o llamadas de voz desde cuentas de empresa que incluyen el logo del organismo. Entonces, un falso representante intenta hacer creer a la víctima que es elegible para recibir una ayuda económica del estado o un bono. Sin embargo, para poder acreditar la ayuda económica en su cuenta los delincuentes solicitan un código y en realidad lo que entrega la víctima confundida son las claves para acceder a la cuenta bancaria.
Por último, los atacantes también suelen recurrir a la distribución de malware a través de correos de phishing que se hacen pasar por comunicaciones oficiales de WhatsApp. En 2021, por ejemplo, una campaña de phishing que circulo principalmente en España simulando ser oficial e invitando a descargar una copia de seguridad de las conversaciones y el historial de llamadas en la aplicación. Sin embargo, el archivo HTML adjunto que redirecciona para la descarga de un archivo comprimido ZIP, que a su vez contiene un archivo MSI que descarga el malware. En este caso era el troyano bancario Grandoreiro.
“La principal recomendación es aprender a desconfiar. No hacer clic en cualquier enlace que recibimos ni completar con nuestra información personal cualquier formulario que nos llega. Lo segundo es habilitar la autenticación en dos pasos en WhatsApp, y en lo posible utilizando una app de autenticación y no el SMS. De esta manera evitamos el secuestro de cuentas. También, es recomendable contar con una solución de seguridad instalada, configurada y actualizada en el dispositivo, que permita identificar y bloquear los sitios o archivos maliciosos utilizados generalmente en este tipo de campañas fraudulentas.”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, Jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.
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La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias