En el contexto económico actual, cualquier evento puede traer sorpresas y cambios en las reglas de juego que afectan seriamente la viabilidad de un emprendimiento. Aumentos en insumos básicos como la electricidad y el combustible, tales como los que se están viviendo en el mundo en general, pero en particular en este país, incrementan de tal forma el nivel de gastos que la ecuación financiera de un negocio puede desbarrancarse.
La inestabilidad ha contribuido aún más a empeorar la situación de las pequeñas y medianas empresas nacionales, ya duramente golpeadas por las deudas acumuladas durante la pandemia COVID. Pagos a proveedores, boletas de compañías de servicios y atrasos en los pagos de impuestos han llevado a buena parte de los empresarios y comerciantes a tomar todo tipo de deudas para superar el mal momento.
El problema es que, cuando las dificultades para afrontar las cuotas de deuda antigua se suman a la falta de liquidez para cubrir los compromisos actuales, la situación se vuelve completamente insostenible. Son muchos los emprendimientos y pymes que han tenido que cerrar en el último año, pese al fin de la emergencia sanitaria.
La reunificación de deuda como solución
En líneas generales, las políticas de las empresas para solucionar sus problemas de deuda suelen ser dos: tomar aún más deuda o refinanciarla. El primer caso puede no ser factible, especialmente si ya se ha caído en demoras e incumplimientos, porque las entidades financieras hacen un control exhaustivo del historial de crédito de sus potenciales clientes. Si el titular se encuentra registrado en ASNEF u otro registro de morosos, las posibilidades de sacar un crédito se esfuman rápidamente.
La refinanciación podría contribuir a mejorar el perfil de la deuda, extendiendo los plazos de devolución y reduciendo el peso de los pagos que una empresa debe hacer todos los meses. No obstante, este tipo de proceso puede ser muy complicado, particularmente cuando un emprendimiento tiene compromisos con varias entidades o compañías. Teniendo en cuenta la cantidad de proveedores con la que una pyme suele estar asociada, refinanciar todas las obligaciones es muchas veces impracticable.
Por este motivo, además de la refinanciación existe otro mecanismo que ha crecido enormemente en popularidad entre los empresarios: el de reunificar deudas. Se trata de consolidar la totalidad de las obligaciones del negocio en un único pago mensual, lo que permite obtener una reducción del valor de la cuota, aliviando así sus golpeadas cuentas en el corto plazo.
Una medida de este tipo puede darle a un emprendimiento el respiro que necesita para poder crecer durante la recuperación, aumentar sus ventas e ingresos. De esta forma, el costo de lidiar con las deudas acumuladas sería aún menor con el correr del tiempo.
¿Cómo funcionan las reunificaciones de deuda?
En realidad, una reunificación de deuda consiste en tomar un nuevo crédito por el monto total de la deuda acumulada, cancelando la totalidad de las obligaciones previas en el proceso. Esto implica algunos costos adicionales, como comisiones y pagos por cancelación anticipada.
Sin embargo, como estos préstamos tienen un plazo significativamente más largo, el valor de la cuota suele ser menor, lo que permite obtener un respiro en los gastos que la empresa debe cubrir cada mes. Es importante tener en claro que el hecho de que estos pagos sean más bajos es una solución interesante para facilitar la cancelación de todas las deudas de un negocio, pero aún así se trata de instrumentos con un costo financiero elevadísimo, que pueden generar más problemas en el futuro. E incluso el importe total a devolver puede ser más elevado que el que se tenía anteriormente.
Pese a esto, otra gran ventaja de tomar un crédito para reunificar deudas tiene que ver con que la compañía elegida se encarga de hacer la gestión con los diferentes acreedores. Dado que en la mayoría de los casos una empresa acumula obligaciones con distintas empresas, no es posible hacer una gestión única como cuando todos los créditos son con una misma institución bancaria, por ejemplo. Delegar el proceso en una entidad especializada facilita enormemente la operación para pequeños y medianos comerciantes.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias