La Corporación Solsica ofrece varios sistemas para satisfacer las necesidades de residencias, comercios y empresas a partir de 4 mil voltios (4000 watt)
Los paneles solares son una alternativa en Venezuela para hacer frente a las constantes fallas del sistema eléctrico, además son económicos en relación con el tiempo de uso (superior a 25 años) y amigables con el medio ambiente.
Así lo sostuvo el ingeniero Abelardo Mezzoni, gerente de Industrias de la Corporación Solsica, quien señaló durante una presentación sobre estos paneles que llegaron este mes de agosto al país de la mano de la marca que representa, que además de contar con una solución independiente y robusta que no depende de la red eléctrica convencional, la principal ventaja de los paneles solares es que “afectan menos el ambiente, porque su impacto es cero, y además cuentan con la energía del sol que es un recurso natural inagotable”.
“Esto es resaltante en un momento en que el mundo está cambiando de energía producida por combustibles fósiles a otras fuentes alternativas. En unos 15 años las energías alternativas tendrán un espacio predominante en las economías y la vida de la mayoría de los seres humanos”, manifestó durante una videoconferencia en la que se abordó los beneficios de los paneles solares.
Resaltó que “la inversión para adquirir un sistema de paneles solares fotovoltaicos es 2 o 3 veces mayor que el de una planta eléctrica, pero esa inversión se puede recuperar en 2 o 3 años”. Asimismo, comentó que el costo del mantenimiento de estas soluciones “es de alrededor de 10% del monto que se necesitaría para una planta”.
Estos paneles podrán generar la energía necesaria para desarrollar desde las actividades diarias dentro de una residencia (para televisores, cocinas, refrigeradores, ascensores, entre otros) hasta mantener la operatividad de equipos, maquinarias o herramientas eléctricas en abastos, supermercados, bancos, empresas de telecomunicaciones, pymes, bodegones y otro tipo de comercios o industria.
Soluciones a la medida
El gerente indicó que la Corporación Solsica, gracias a una alianza con la empresa MUST, cuenta con varias soluciones prediseñadas que pueden producir desde 4 mil vatios (4000 watt, por su acepción en inglés), que es la capacidad estándar que normalmente se maneja para uso residencial, hasta 10 mil watts para cubrir las necesidades de pequeños comercios. “Para aplicaciones donde se requiere mayores capacidades, como por ejemplo farmacias, empresas de alimentos, de petróleo y gas, hasta sedes corporativas y centros comerciales, es necesario desarrollar una ingeniería de detalle para seleccionar el sistema solar más idóneo según la necesidad”, especificó.
Indicó que estos sistemas cuentan con series de paneles fotovoltaicos y un módulo de Control-Inversor-Cargador (del tipo MPPT, del tamaño de un calentador a gas), que controla el voltaje de alimentación al banco de batería y el voltaje que viene de los paneles solares para convertir la corriente directa que se produce en los paneles solares en el día, o de las baterías en la noche, en corriente alterna, que es precisamente la que utiliza los aparatos que se quiere alimentar.
El Día Mundial de la Leche se celebra para destacar la importancia de la leche y los productos lácteos en la alimentación humana, así como para crear conciencia sobre los beneficios nutricionales y económicos que aportan a las personas y a las comunidades. La fecha exacta del Día Mundial de la Leche puede variar en diferentes países, pero generalmente se celebra el 1 de junio. Fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con el objetivo de promover la importancia de los productos lácteos en la alimentación y resaltar el papel fundamental de los productores de leche. El Día Mundial de la Leche busca resaltar los siguientes aspectos: Nutrición: La leche es una fuente importante de nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas (especialmente vitamina D y calcio) y minerales. Contribuye al desarrollo y crecimiento adecuado, especialmente en los niños. Seguridad alimentaria: La producción de leche y productos lácteos es una parte vital de la cadena alimentaria global. Destacar su importancia ayuda a garantizar la seguridad y la calidad de los productos lácteos para los consumidores. Sostenibilidad: La producción de leche puede desempeñar un papel significativo en la economía rural y en la sostenibilidad ambiental. Promover la conciencia sobre estos aspectos puede ayudar a mejorar las prácticas agrícolas y la gestión de los recursos naturales. En resumen, el Día Mundial de la Leche se celebra para promover el consumo de leche y productos lácteos, resaltar su valor nutricional y económico, y reconocer la labor de los productores lácteos en todo el mundo.
La Vía Láctea recibe su nombre debido a su apariencia en el cielo nocturno. “Vía Láctea” proviene del latín y significa “camino lácteo” o “sendero de leche”. La denominación se debe a la apariencia de una banda de luz blanquecina que atraviesa el cielo y que se asemeja a un río de leche derramado. Esta banda de luz es la acumulación de innumerables estrellas y otros objetos celestes que forman parte de nuestra galaxia, la cual es conocida como la Vía Láctea. La Vía Láctea es una galaxia espiral en la que se encuentra nuestro sistema solar. Es una de las muchas galaxias que existen en el universo y se estima que contiene entre 200 mil millones y 400 mil millones de estrellas. Además de las estrellas, la Vía Láctea también alberga una gran cantidad de planetas, nebulosas, cúmulos estelares y otros objetos celestes. La apariencia característica de la Vía Láctea en el cielo nocturno se debe a la acumulación de estrellas y otros cuerpos celestes a lo largo del plano galáctico. Esta acumulación forma una banda de luz blanquecina que se extiende por todo el cielo y que ha sido observada por la humanidad durante miles de años. Desde la antigüedad, diferentes culturas han intentado interpretar esta banda de luz. Los antiguos griegos la consideraban como la leche derramada por la diosa Hera, mientras que en la mitología nórdica se creía que era el camino que llevaba al Valhalla. La denominación “Vía Láctea” se originó en la antigua Roma, donde se creía que era un sendero celestial creado por los dioses. Con el desarrollo de la astronomía moderna, se ha descubierto que la Vía Láctea es una galaxia en forma de disco, con un bulbo central y brazos espirales que se extienden desde el centro. Nuestro sistema solar se encuentra en uno de los brazos espirales, aproximadamente a unos 27,000 años luz del centro galáctico. Además de las estrellas visibles a simple vista, la Vía Láctea contiene una gran cantidad de materia oscura, que es una forma de materia invisible que solo se detecta a través de sus efectos gravitacionales. Se cree que la materia oscura desempeña un papel crucial en la formación y evolución de las galaxias. La Vía Láctea también ha sido objeto de estudio por parte de los astrónomos modernos para comprender mejor su estructura y composición. Se han realizado observaciones en diferentes longitudes de onda, desde la luz visible hasta las ondas de radio, para investigar la distribución de las estrellas, el gas interestelar y los campos magnéticos en nuestra galaxia. Además, las observaciones han revelado que la Vía Láctea está en constante interacción con otras galaxias vecinas. En el futuro, se espera que colisione con la galaxia de Andrómeda, otra galaxia espiral cercana, lo que resultará en la formación de una nueva galaxia gigante. En resumen, la Vía Láctea es nuestra galaxia, una inmensa estructura en forma de disco que alberga una gran cantidad de estrellas y otros objetos celestes. Su nombre, “Vía Láctea”, proviene de la apariencia lechosa que tiene en el cielo nocturno y ha sido objeto de fascinación y estudio a lo largo de la historia humana.