Bancaribe, una institución financiera líder en Venezuela, ha logrado una hazaña notable por cuarta vez consecutiva: ha recibido el codiciado sello de certificación de Great Place to Work®. Esta distinción, basada en una encuesta que mide la percepción de los empleados, posiciona a Bancaribe como uno de los mejores lugares para trabajar en el país, con una favorabilidad impresionante del 96%.
Martín Pérez De Benedetto, el Presidente Ejecutivo de Bancaribe, expresó su orgullo por este logro continuo. Él destaca que este reconocimiento reafirma el compromiso tanto de los empleados como de la organización en promover un ambiente laboral que sirve de referencia para las nuevas generaciones.
El éxito de Bancaribe en el ámbito laboral se basa en valores sólidos: credibilidad, respeto, imparcialidad, camaradería y orgullo. Estos pilares no solo son proclamados, sino que son evidenciados por el alto nivel de participación en la encuesta de Great Place to Work®, con un notable 92% de colaboración, y una asombrosa favorabilidad del 96% en la afirmación de que Bancaribe es un excelente lugar para trabajar.
Este nuevo reconocimiento es la última adición a la impresionante lista de logros de Bancaribe en el ámbito laboral. El año pasado, el banco obtuvo el segundo lugar en el ranking de los mejores lugares para trabajar en Venezuela en la categoría de «Más de 150 colaboradores», siendo el primer banco en el listado. Además, se posicionó en el décimo lugar en el ranking de «Las Mejores Empresas para Trabajar en Latinoamérica» en la categoría de más de 500 colaboradores.
Bancaribe no solo ha alcanzado el reconocimiento nacional, sino que también ha dejado su huella en la escena latinoamericana. Su compromiso con la excelencia laboral y el bienestar de sus empleados es un ejemplo para otras empresas en la región.
En un mundo laboral donde la satisfacción del empleado es cada vez más valorada, Bancaribe se destaca como un faro de éxito y bienestar. Su continuo compromiso con la calidad laboral establece un estándar admirable para la industria financiera y más allá.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias