Ante el proyecto de realizar la Copa del Mundo cada dos años, la CONMEBOL, tras una ronda de consultas con referentes del fútbol sudamericano, considera oportuno manifestar su posición frente a esta iniciativa con base en los siguientes fundamentos:
-Una Copa del Mundo cada dos años podría desnaturalizar la más importante competición de fútbol en el planeta, rebajando su calidad y minando su carácter exclusivo y sus actuales estándares de exigencia. La Copa del Mundo es un evento que concentra la atención y las expectativas de miles de millones de personas porque representa el punto culminante de un proceso de eliminación que dura todo el periodo de cuatro años y que tiene su dinámica y atractivo propios.
-Una Copa del Mundo cada dos años supondría una sobrecarga prácticamente imposible de gestionar en el calendario internacional de competiciones. En las condiciones hoy vigentes ya resulta complejo armonizar los tiempos, cronogramas, la logística, la preparación adecuada de los equipos y los compromisos. La situación sería extremadamente más difícil con el cambio planteado. Podría poner en riesgo incluso la calidad de los demás torneos, tanto de clubes como de selecciones.
-La idea de la Copa del Mundo es reunir a los futbolistas más talentosos, los técnicos más destacados y los árbitros más capacitados para determinar en una competencia leal y justa cuál es la mejor selección del planeta. Esto no se puede lograr sin una preparación apropiada, sin que los equipos desarrollen sus cualidades y los técnicos diseñen y apliquen estrategias. Todo esto se traduce en tiempo, en entrenamientos, en planificación, en partidos. CONMEBOL defiende la búsqueda de la excelencia en el campo de juego y apuesta por certámenes cada vez más competitivos y de la mayor calidad. No existe una justificación deportiva para acortar el periodo entre Copas del Mundo.
-Para la aprobación de un cambio de esta naturaleza es indispensable un proceso amplio y participativo de consultas con todos los actores involucrados. Debe ser el fruto de un debate franco, en el que sean consideradas todas las opiniones y criterios. La CONMEBOL está y siempre estará abierta al diálogo que busque lo mejor para el fútbol.
Si bien en algún momento la CONMEBOL apoyó el proyecto en cuestión, análisis técnicos mostraron que es altamente inviable. Por ello, en las condiciones actuales, ratifica su respaldo al modelo de Copa del Mundo vigente, con sus plazos y mecanismos de clasificación, por considerarlo coherente con el espíritu que animó a quienes concibieron y fundaron esta competición.
Fuente: Conmebol
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias