Caracas, 20 de agosto de 2020. Mientras el Covid-19 esté entre nosotros, todas las medidas preventivas son útiles y necesarias. El frecuente lavado de manos, el uso correcto de la mascarilla, el distanciamiento social y la sanitización de los espacios, son medidas fundamentales que debemos seguir para reducir las probabilidades de contagio.
Según una publicación del Journal Of Hospital Infection, varias investigaciones revelan que el SarsCoV-2 puede permanecer largo tiempo vivo en superficies de uso frecuente, como por ejemplo, el metal de estanterías, tiradores y pasamanos; el vidrio en las ventanas y vitrinas, o el plástico del mobiliario en áreas de alto tránsito. Por eso, productos que dejen efecto residual, como el que Covisol deja sobre las superficies, juega un rol importante en la interrupción de la cadena de contagio del covid-19.
Aquí te traemos una lista de diez de esos objetos con los que debemos tener especial cuidado:
1. Los tiradores de las puertas: Al igual que las barras del metro o del autobús, es preferible procurar no tocarlos directamente con las manos, sino usar los brazos u otras partes del cuerpo. Al limpiarlos, es recomendable usar un paño, para asegurarnos de cubrir toda su superficie.
2. Los botones del ascensor: lo que antes podía parecer un hábito extraño, ahora es recomendable. Procura no tocar los botones con la yema de los dedos. En su lugar, usa un codo o un nudillo. Al desinfectarlo, rocía el tablero con un producto que tenga potente efecto residual, como Covisol.
3. Los pasamanos de las escaleras: si se trata de escaleras mecánicas, puedes apoyar un codo en el pasamanos para mantener el equilibrio, pero lo más recomendable es evitar hacer contacto con la mayor cantidad de superficies posibles en lugares tan transitados como centros comerciales. La desinfección adecuada en pasamanos, debe hacerse combinando un rociador y paño.
4. Los interruptores de luz: generalmente no necesitamos tocar los interruptores de luz en lugares públicos, pero en oficinas con moderado tránsito de personas y en baños públicos, es recomendable usar los codos o los nudillos para encender y apagar la luz. Tratándose de un punto de acceso a la electricidad, los rociadores podrían no ser recomendables para desinfectarlos. Es preferible usar un paño.
5. Artículos de oficina: en una oficina donde laboren varios trabajadores, todo aquello que pueda pasar de las manos de una persona a otra, puede convertirse en un foco de contagio. Esta es una de las razones por las que se recomienda el teletrabajo. Sin embargo, en aquellos casos en los que el trabajo no puede ejecutarse a distancia, debemos tener en cuenta bolígrafos, fotocopiadoras, cafeteras, escritorios, sillas, teclados, etc. a la hora de sanitizar los espacios.
6. El grifo del lavamanos: es conveniente recordar que luego de lavarnos las manos, vamos a cerrar el mismo grifo que tocamos antes de lavarlas. Si la pieza no fue desinfectada con un producto que deje efecto residual, estaríamos recogiendo de vuelta los microorganismos que traíamos al inicio del proceso. Por eso, es recomendable usar un producto como Covisol, que continúa trabajando por días luego de su aplicación.
7. Mesas de recepción y vidrieras: suelen ser los muebles más cercanos a la entrada de una oficina o un local comercial. Por lo tanto, son los lugares con mayor tráfico de personas. Debemos abstenernos de apoyar nuestros objetos personales en ellos, así como tocarlos directamente con las manos. Debe desinfectarse con rociador y dejar que el producto se seque.
8. Los teléfonos: Ya sea fijo o móvil, un estudio realizado por la Universidad de Barcelona (España) reveló que un teléfono acumula más microorganismos que un retrete. En tiempos de pandemia, lo más recomendable es evitar compartir los teléfonos; y desinfectarlo frecuentemente utilizando un paño.
9. Las llaves: tomamos las llaves de nuestra casa o nuestro vehículo al salir y al regresar. La recomendación es rociarlas bien con un producto de efecto residual y dejarlas secar.
10. La cesta o el carrito del supermercado: son artículos que solamente pueden usarse de una manera. Si no puedes llevar tu propia bolsa, cesta o carrito para hacer tus compras, la mejor opción es limpiar las asas con un paño impregnado con un producto de amplio espectro de eliminación de microorganismos.
Si bien es necesario ser cuidadosos con todo nuestro entorno, hay algunos objetos que son más propensos a acumular gérmenes, virus y bacterias, debido a su uso frecuente y la cantidad de personas que posan sus manos en ellos. Lo más recomendable es adoptar nuevas formas de usar estos objetos tan cotidianos y escoger productos con amplio espectro de eliminación de microorganismos y con alto efecto residual, como Covisol, a la hora de desinfectarlos.
*El componente base de Covisol es el Alquilo Dimetil Bencil Amonio, recientemente aprobado por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. /EPA, por sus siglas en inglés) para la desinfección de superficies en la lucha contra la pandemia. Cuenta con Registro EPA No. 47371-129-10350, verificable en www.epa.gov
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias