Todos debemos estar preparados
La Fundación Venemergencia lleva adelante un programa de capacitación dirigido al personal paramédico y de atención a las comunidades vulnerables.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de los instrumentos de la promoción de la salud y de la acción preventiva es la educación para la salud, que aborda además de la transmisión de la información, el fomento de la motivación, las habilidades personales y la autoestima, necesarias para adoptar medidas destinadas a mejorar la salud.
Consciente de esas necesidades, Venemergencia, cuyo objetivo principal es acercar los servicios de salud a las comunidades y público en general, ha venido adelantando importantes programas en el área de educación en materia de salud. En aras de estos objetivos, nace en el 2010 la Fundación Venemergencia destinada a desarrollar programas educativos en el área de la salud que garanticen la adecuada atención de las emergencias médicas en Venezuela y contribuyan a la vida saludable de los venezolanos.
“En base a esta premisa, vimos la necesidad de crear un modelo de educación en salud que promueva el conocimiento del área, genere una conciencia de prevención y apunte a mejorar la calidad de vida de estos sectores de la población”, dijo Beatriz Pacheco, gerente general de la Fundación Venemergencia.
Otro factor importante a tener en cuenta, es la adecuada preparación del personal paramédico. En Venezuela, desde el punto de vista profesional, no existe un pensum unificado y diseñado de manera específica para estos especialistas, subrayó la gerente general.
Programas educativos de vanguardia
En respuesta a esta situación, la Fundación Venemergencia se ha concentrado en el desarrollo de programas educativos en dos áreas fundamentales: profesional y comunitaria. En la primera, “hemos creado el Diplomado Proveedor de Auxilio Médico de Emergencia (PAME), en asociación con la Universidad Simón Bolívar, el cual busca mejorar la calidad y profesionalismo de los paramédicos, capacitándolos para elevar sus destrezas y conocimientos, mejorando de esta forma los servicios que ofrecen”, informó la gerente.
En cuanto a Educación Comunitaria, cuentan con las Brigadas Comunitarias de Primeros Auxilios Médicos, con las cuales se busca empoderar a los integrantes de las comunidades con respecto a los mecanismos de respuesta que deben utilizar ante situaciones adversas, transformándolos en factores de cambio y desarrollo en sus comunidades. También han desarrollado los Programas de Adiestramiento en Primeros Auxilios, dirigidos a personas particulares y empresas públicas o privadas, los cuales sirven como mecanismo de generación de ingresos y sustentabilidad de la organización.
“Desde el 2004 hasta la fecha hemos entrenado un aproximado de 15.000 personas en primeros auxilios médicos. Se han creado múltiples brigadas de emergencia en empresas en todo el país, y fue constituida la Brigada Comunitaria del barrio Los Erasos, ubicado en San Bernardino, en la ciudad de Caracas. También se han entrenado a voluntarios en primeros auxilios médicos y desastres, además hemos realizado más de 30 cursos en comunidades vulnerables, como inicio del proceso de creación de Brigadas Comunitarias”, detallo la gerente general de la Fundación Venemergencia. De igual manera indicó que se estarán realizando cursos de primeros auxilios para personas particulares durante todo el año 2017.
Así mismo, Pacheco explicó que a través del diplomado PAME ya han egresado tres cohortes y están por iniciar este año la cuarta promoción. “Para la organización, la educación de la población y del personal profesional es fundamental. Sólo, a través de los servicios ejecutados por personal de calidad y una población preparada se puede desarrollar un sistema eficiente de salud privado y público, que garantice una mejor calidad de vida para los venezolanos”, concluyó.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias