Alimentos La Lombarda fue fundado en Venezuela en 1968, y consigo trajo toda la tradición y exquisitez de la cocina más refinada de Italia a las mesas venezolanas. Con más de 45 años de experiencia en el mercado culinario, es una empresa dedicada a elaborar y distribuir excelentes productos realizados con toda la maestría, el
Para satisfacer las exigencias de nuestra más distinguida clientela, decidimos mudarnos a una zona privilegiada de Caracas, con la intención de ofrecer el mejor talento humano y tecnológico con el confort que nuestros pacientes merecen Caracas.- Pensando en las exigencias de nuestros clientes, decidimos transformar nuestra casa y traspasar las fronteras de lo inimaginable, para
Luego de trabajar por seis años como gerente de recursos humanos en uno de los tres bufetes más grandes del país, Ricardo Trillos y su esposa, Anelith, se mudaron a Miami en octubre de 2004 en búsqueda de mejores oportunidades a nivel económico y profesional. Sin embargo, empezar una vida en otro lugar no fue
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.