Hace 12 semanas se convirtió en el primer jugador en ser convocado a la Selección Nacional de Venezuela mientras vestía la elástica de Atlético Venezuela. Desde ahora, escribe nuevamente su nombre en la historia del club, al convertirse en el primer efectivo de la institución nacional que da el salto al balompié extranjero.
Javier Alejandro González Tupper dejó de pertenecer al Atlético Venezuela, al llegar a un acuerdo con el Ñublense, equipo de la Primera División de Chile, donde buscará dejar el nombre de Venezuela en lo más alto. El defensor central ya se encuentra en suelo austral y se unió a la institución de Chillán, dirigida por el histórico artillero Ivo Basay.
Alegría por la nueva experiencia
“Estoy muy contento porque finalmente se concreta un paso muy importante en mi carrera: jugar en el exterior. Mi familia es chilena y me emociona aún más que pueda estar muy cerca de ellos”, comentó con mucha alegría Javier González, respecto a su partida a la parte más austral del continente.
La madre de “Javi” es chilena, lo que le permite actuar con “Los Diablos Rojos” sin ocupar una plaza de extranjero. “Tengo las mejores referencias del club y la ciudad a la que llegué. Aprovecharé esta oportunidad al máximo y espero jugar mucho tiempo en el exterior”, comentó el caraqueño, que en la campaña 2013- 2014 disputó 3211 minutos y marcó 1 anotación vistiendo la casaca del Atlético.
El central manifiesta su agradecimiento al cuadro nacional por servir de plataforma para jugar allende nuestras fronteras: “No me quedan más que muchas palabras de agradecimiento al Atlético. El club siempre tuvo la mejor disposición para que mi salida al exterior fuera posible”.
Atlético Venezuela le desea el mayor de los éxitos en su nuevo reto profesional a Javier González, quien en su estadía en el conjunto nacional logró destacar con su nobleza, compañerismo y seriedad.
El 28 de agosto de 1859, el mundo fue testigo de un fenómeno celestial sin precedentes. Auroras boreales iluminaron cielos inusuales, desde Madrid hasta Santiago de Chile y más allá. Pero este espectáculo no fue solo una maravilla visual; fue el preludio de un evento cósmico que cambiaría la historia tal como la conocemos. Pocos días después, el renombrado astrónomo Richard Carrington presenció una explosión de luz blanca en la superficie del Sol desde su jardín en Londres. Dos enormes llamaradas despidieron una energía equivalente a más de diez mil millones de bombas atómicas. Esta observación, conocida como el “Evento Carrington”, marcó el inicio de la tormenta solar más violenta de los últimos 500 años. La gran eyección de masa coronal del año 1859 desencadenó el caos tecnológico en todo el mundo. Las líneas telegráficas cayeron, se quemaron y operadores resultaron heridos. La red de telégrafos colapsó durante 14 horas en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, debido a la sobrecarga eléctrica atmosférica, los telégrafos continuaron enviando mensajes de larga distancia sin necesidad de baterías. Este evento histórico resalta la vulnerabilidad de nuestra tecnología ante los caprichos del universo. El Evento Carrington nos recuerda la fragilidad de nuestra civilización en un cosmos que siempre está en movimiento. Desde entonces, los científicos han estudiado este suceso para comprender mejor las tormentas solares y desarrollar medidas de protección. En resumen, el Evento Carrington de 1859 no solo fue un espectáculo celestial, sino también un recordatorio de nuestra dependencia de la tecnología y nuestra conexión con el cosmos. Este episodio histórico sigue fascinando y sirve como un llamado de atención sobre los misterios y peligros del espacio exterior.
El Domingo de Ramos es el día que marca el inicio de la Semana Santa en la tradición cristiana, conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Este día está lleno de simbolismo y significado religioso para los cristianos, pero en términos de “misterios”, podrían interpretarse algunos aspectos simbólicos o teológicos: La entrada triunfal de Jesús: Este evento, mencionado en los evangelios, es la base del Domingo de Ramos. Jesús entra en Jerusalén montado en un burro, mientras la multitud lo aclama y lo saluda con ramas de palma y ropas extendidas en su camino. El misterio aquí radica en la comprensión del significado de esta entrada en el contexto de la misión de Jesús y su relación con el reino de Dios. El cambio de actitud de la multitud: Es intrigante cómo la multitud que aclama a Jesús en su entrada triunfal el Domingo de Ramos luego se convierte en la misma multitud que lo rechaza y pide su crucifixión pocos días después. Este cambio repentino de actitud puede ser objeto de reflexión sobre la naturaleza humana y la fragilidad de las lealtades populares. El simbolismo de las palmas y las ramas: En muchas tradiciones cristianas, se llevan palmas y ramas durante las celebraciones del Domingo de Ramos como símbolo de victoria y triunfo. Estos elementos pueden representar la victoria espiritual sobre el pecado y la muerte que Jesús trae consigo, pero también pueden ser interpretados como un recordatorio de la naturaleza efímera de los triunfos terrenales. El comienzo de la Semana Santa: El Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa, un período de intensa reflexión y conmemoración para los cristianos. Este tiempo está lleno de rituales y tradiciones que recuerdan los eventos finales de la vida de Jesús, desde la Última Cena hasta su crucifixión y resurrección. Los misterios aquí son los propios misterios de la fe cristiana: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y su significado para la salvación de la humanidad. En resumen, el Domingo de Ramos está envuelto en una serie de misterios religiosos y simbolismos que invitan a la reflexión y la contemplación sobre la fe cristiana y el significado de la vida y la obra de Jesucristo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias