El glaucoma, una afección que daña el nervio óptico, afecta a 80 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, aunque casi la mitad lo desconoce. Este grupo de hasta 60 enfermedades oculares puede derivar en ceguera si no se trata a tiempo, debido a la degeneración progresiva del nervio. La Cámara de Medicina Oftalmológica advierte que su detección temprana es clave para evitar daños irreversibles.
Existen dos formas principales: el glaucoma agudo, que surge repentinamente con dolor y congestión, y el crónico, conocido como “el ladrón silencioso de la visión”, que avanza sin síntomas durante años. La presión ocular elevada es el principal factor, y aunque suele aparecer después de los 40, también existe en casos congénitos o juveniles.
El término “glaucoma” proviene del griego “glauco”, que significa verde claro, evocando el color que a veces se observa en los ojos afectados. Antiguamente, se diagnosticaba palpando la dureza del ojo, pero en el siglo XIX, Franz Donders creó el tonómetro para medir la presión con precisión. Esto permitió identificar casos de “Gutta Serena”, una pérdida de visión sin signos evidentes.
El tratamiento dio un giro con Albrecht von Gräfe, pionero de la cirugía de glaucoma en el siglo XIX. Uno de sus discípulos, Richard Liebreich, logró operar con éxito a la madre de la emperatriz Eugenia de Montijo. Más tarde, en 1860, se introdujeron medicamentos como la pilocarpina, desarrollada por Adolf Weber en 1877. Este fármaco reduce la presión ocular y mejora la visión al contraer la pupila.
Hoy, los expertos recomiendan revisiones oftalmológicas anuales, especialmente tras los 40, para detectar este mal silencioso. “La prevención es la mejor arma contra el glaucoma”, subraya la Cámara de Medicina Oftalmológica, destacando que un diagnóstico a tiempo puede salvar la vista.
Fuentes adicionales: Organización Mundial de la Salud (OMS), Historia de la Oftalmología por H. Truc y P. Pansier.
Denim Day: Cuando un par de jeans se transformó en un grito de justicia El último miércoles de abril se conmemora el Día del Denim (Denim Day), una fecha que une moda y activismo para protestar contra la violencia sexual y cuestionar estereotipos que culpabilizan a las víctimas. La historia de esta jornada nace en 1992, cuando un tribunal italiano anuló una condena por violación al argumentar que la víctima, al llevar jeans ajustados, “habría colaborado” con su agresor para quitárselos. La polémica decisión judicial desató una ola de indignación global. Mujeres y aliados salieron a las calles vistiendo pantalones vaqueros como acto de solidaridad y rechazo hacia las narrativas que justifican agresiones. En 1999, Patti Occhuzzo Giggans, directora de Peace Over Violence, instituyó oficialmente el Denim Day para visibilizar esta lucha. Cada año, el último miércoles de abril, personas y organizaciones usan prendas de denim para recordar que la ropa nunca es una excusa para la violencia. La campaña busca educar sobre consentimiento, romper mitos y exigir justicia sin victimización. En un mundo donde 1 de cada 3 mujeres sufre violencia sexual, el Denim Day no solo es un símbolo: es un llamado a transformar sistemas que perpetúan la impunidad. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es
Con más de 13.000 años extinto, el lobo gigante renace en laboratorio como el primer caso exitoso de desextinción, gracias a la edición genética avanzada de Colossal Biosciences. Colossal Biosciences ha alcanzado un hito sin precedentes al presentar tres cachorros que combinan el ADN del lobo gris moderno con variantes genéticas del lobo gigante, especie desaparecida hace más de 13 000 años. Tras recuperar ADN fósil en 2021, el equipo identificó 20 genes clave asociados a mayor tamaño, densidad de pelaje y robustez ósea. Utilizando CRISPR, editaron células de lobo gris para crear embriones implantados en madres sustitutas caninas, dando lugar a Rómulo, Remo y Khaleesi, dos machos de seis meses y una hembra de dos meses, respectivamente. La directora científica de Colossal, Beth Shapiro, calificó a estas crías como “el primer caso de éxito de desextinción. Estamos creando copias funcionales de algo que solía estar vivo”, declaró en una reciente entrevista. Aunque los ejemplares permanecerán en cautiverio, este avance tecnológico podría aplicarse para proteger especies aún vivas, como el lobo rojo, en peligro crítico y limitado a Carolina del Norte. Este proyecto no solo desafía los límites de la biología sintética, sino que también plantea preguntas éticas sobre el bienestar animal y la conservación. Mientras algunos expertos abogan por protocolos rigurosos y marcos regulatorios que garanticen la responsabilidad ecológica, otros ven en la desextinción una herramienta para restaurar dinámicas de ecosistemas perdidos. De prosperar, la reintroducción de estos lobos podría revitalizar hábitats y equilibrar poblaciones de presas. Sin embargo, su éxito dependerá de evaluaciones de comportamiento en semilibertad y de la capacidad de estos animales para adaptarse a entornos naturales. Fuentes consultadas: Colossal Biosciences (2025). Press Release: First Giant Wolf Cubs. https://www.tiktok.com/@mscnoticias?lang=es