Gabriela Lara ha marcado un hito en la historia musical venezolana al convertirse en la primera integrante fija de la Orquesta Sinfónica de Chicago (OSC). Este destacado logro llega tras dos temporadas como becaria de esta prestigiosa agrupación, considerada una de las mejores del mundo.
La joven violinista de Barquisimeto inició su formación musical en El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en el estado Lara, complementando sus estudios en el Conservatorio Vicente Emilio Sojo. Además, fue la primera becada de la OSC en obtener un puesto permanente, consolidando su legado para Venezuela y toda Latinoamérica.
Sobre su ingreso, Gabriela expresó: “Es un sueño hecho realidad. Desde pequeña veía videos de la orquesta sin imaginar que algún día sería parte de ella. Este es uno de los mayores logros de mi carrera y mi vida. Espero inspirar a los jóvenes venezolanos a seguir sus sueños y demostrarles que todo es posible”.
Este reconocimiento se suma a otro importante hito en septiembre de 2024, cuando Gabriela comenzó su primera temporada como miembro de la fila de primeros violines en la Orquesta Sinfónica de Milwaukee, una de las más consolidadas de Estados Unidos. Asimismo, destacó con la Orquesta Civic de Chicago, la Orquesta Filarmónica de Illinois y en los veranos con la Orquesta Sinfónica de Grant Park y la de Chautauqua, en Nueva York.
Gabriela es graduada en interpretación de violín y Pedagogía Suzuki por el Chicago College of Performing Arts de la Universidad Roosevelt. En Venezuela, fue miembro de la Academia Latinoamericana de Violín, bajo la tutela del maestro José Francisco del Castillo, y brilló como solista con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel.
Con una carrera internacional en ascenso, Gabriela Lara continúa siendo fuente de orgullo e inspiración para la música venezolana y latinoamericana.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias