Foton reafirma su compromiso con la infancia venezolana y las comunidades vulnerables al ser el patrocinador oficial de los programas “En Sol Mayor” y “Harepaz” de la Fundación Flor y Esperanza que han beneficiado a 300 niños este año. Estos patrocinios destacan el esfuerzo de Foton por apoyar la educación escolar, contribuir con la nutrición y promover la permanencia de los niños en las aulas, evitando así la deserción escolar.
Uno de las acciones sociales más importantes es el programa de alimentación “Harepaz”, el cual ha sido pieza fundamental para mantener a los niños en las aulas y evitar la deserción escolar en las escuelas beneficiarias. Este programa complementa la educación con una sólida base nutricional, asegurando que los estudiantes tengan el apoyo necesario para su desarrollo académico y físico.
Desde su inicio, el programa de alimentación “Harepaz” ha mostrado resultados impresionantes, con una reducción del 90% en la deserción escolar en las escuelas piloto. Actualmente, el programa proporciona 5 mil 200 comidas semanales a 1,500 niños seleccionados por sus directores escolares como los más vulnerables.
“La colaboración con Foton no solo ayuda a mantener estos programas, sino que también nos permite expandir nuestras iniciativas a nuevas comunidades,” afirma Suárez. “El apoyo de Foton es esencial para seguir proporcionando educación y nutrición a quienes más lo necesitan. Sin ese apoyo no podríamos seguir adelante”, precisó Andreina Suárez, presidenta de la Fundación Flor de la Esperanza.
Respecto al programa musical “En Sol Mayor”, éste busca crear un modelo de inclusión social dirigido a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad. El modelo se enfoca en el aprendizaje del cuatro, un instrumento declarado patrimonio de la nación el 9 de abril de 2023, fomentando el aprecio por los géneros y ritmos venezolanos, contribuyendo al fortalecimiento de la identidad cultural.
El programa inició en el barrio El Carmen en Barquisimeto. Con el objetivo de estimular la apreciación musical y fomentar la disciplina entre los participantes, los niños y adolescentes reciben instrucción en conceptos musicales básicos y en el cuatro, así como en otros instrumentos con los que están formando una orquesta.
“Estamos emocionados de apoyar un programa que no solo enriquece la vida de los niños a través de la música, sino que también promueve nuestra rica herencia cultural,” comentó Suárez. “Nuestro objetivo es que cada concesionario Foton replique este modelo en su ciudad, brindando a los niños venezolanos la oportunidad de participar activamente en este valioso programa.”
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias