La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción – Fedecámaras- celebra hoy 80 años de su fundación, reiterando el compromiso del sector privado nacional con Venezuela y su gente.
Y es que durante 8 décadas, la trayectoria del principal gremio empresarial del país se ha caracterizado por la defensa constante de los intereses de sus afiliados, identificándose con la realidad que circunda a cada una de las localidades en las cuales se asienta una empresa.
Durante su recorrido histórico, Fedecámaras ha asumido como principios fundamentales la defensa de la soberanía y de la democracia, la formación del hombre libre, abierto al pensamiento y a las ideas universales, así como el desarrollo y diversificación de la economía nacional, sustentados en la empresa privada, garantizando y respetando los derechos fundamentales del hombre y la propiedad privada.
Y es de esta manera como seguimos procediendo en la actualidad. Trabajando con la firme convicción de que solo en sintonía con los principios y valores que nos identifican como institución, podemos seguir propiciando alternativas de desarrollo y crecimiento para millones de venezolanos, que tienen en la empresa privada su principal fuente de sustento y esperanza para un futuro brillante y pleno de oportunidades para todos.
Ochenta años después, el empresariado venezolano agrupado en Fedecámaras, consciente del rol fundamental que nos toca asumir en esta Venezuela, ratifica su compromiso de seguir aportando bienestar y progreso para los habitantes de esta tierra, prevaleciendo en todo momento el espíritu democrático en cada una de las acciones que nos toca desempeñar en nuestra ruta hacia el progreso.
Sin duda alguna, nuestra historia como Institución ha estado signada por momentos que marcan un antes y un después en cada una de las etapas vividas a lo largo de ocho décadas. Todas, nos han dejado enseñanzas necesarias y nos han hecho más fuertes como organización. Seguimos siendo punto de referencia al momento de la toma de decisiones trascendentales para el futuro de nuestro país.
Como empresarios, somos perseverantes y trabajamos para continuar influyendo en la toma de decisiones y en el diseño de políticas públicas necesarias para el fortalecimiento del sector privado nacional, lo que se traducirá en beneficio para millones de venezolanos, a través del mantenimiento y la generación de empleos dignos, que mejoren las condiciones de vida y lleven bienestar para nuestra población.
Venezuela es y será el proyecto más ambicioso y nuestro mayor compromiso.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias