El Pueblo de El Hatillo celebró su 240 aniversario consolidándose como un ícono turístico de la ciudad. En un ambiente de alegría y unión, cientos de hatillanos participaron en las festividades, que comenzaron con un desfile conmemorativo donde estuvieron presentes niños de las cinco escuelas municipales.
Con más de dos siglos de historia, El Hatillo mantiene vivas sus tradiciones y su fe gracias a una gestión municipal dedicada a preservar su legado histórico y potenciar el turismo. La comunidad, orgullosa de su pasado y su identidad, se unió para rendir homenaje a su amado pueblo.
El alcalde Elías Sayegh, en su discurso, destacó: “El Hatillo es un pueblo de gente buena, trabajadora, de bien. Nuestra idiosincrasia, cultura, tradiciones y fe nos hacen únicos. En este 240 aniversario, renovemos nuestro compromiso con este Pueblo que amamos y por el cual trabajamos todos los días”.
Sayegh también hizo un llamado a la comunidad: “Hoy estoy aquí para renovar mi compromiso con toda la comunidad, para que sigan pasando generaciones de hatillanos y que podamos sentirnos orgullosos de lo que somos como gente y como Pueblo”. Este mensaje resonó profundamente entre los asistentes, quienes compartieron el sentimiento de orgullo y compromiso con el futuro de El Hatillo.
La celebración del 240 aniversario de El Hatillo no solo resalta la importancia de su historia, sino también la visión de un futuro donde el turismo y la preservación del patrimonio sean pilares fundamentales. La gestión municipal ha demostrado un firme compromiso en preservar el legado histórico del pueblo y en potenciar su atractivo turístico, consolidando así a El Hatillo como un referente cultural y turístico de la ciudad.
Con eventos como este, El Hatillo reafirma su posición como un emblema de tradición y turismo, recordando a todos la riqueza de su historia y la vitalidad de su presente. Las festividades continuarán con diversas actividades que celebran la cultura y el espíritu comunitario, invitando a locales y visitantes a ser parte de esta importante conmemoración.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias