Cada año, el mundo celebra el Día Mundial del Comercio Justo con un enfoque renovado. En 2024, el lema #BusinessRevolution impulsa una reflexión profunda sobre la equidad y la justicia en los negocios.
El Comercio Justo representa un modelo solidario que desafía las normas convencionales de comercialización. Se basa en ofrecer productos y servicios a precios justos, garantizando así un trato equitativo para los pequeños productores y trabajadores. Se levanta como un baluarte contra la presión desmedida de las grandes corporaciones, que a menudo imponen condiciones injustas a los productores.
Desde su surgimiento en 1989, la World Fair Trade Organization (WFTO) ha sido una fuerza impulsora detrás del movimiento del Comercio Justo. Con más de 300 empresas sociales en más de 70 países, incluido un capítulo regional en América Latina, la WFTO trabaja incansablemente para promover un comercio más justo y equitativo. Su objetivo fundamental es mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores en todo el mundo, promoviendo un sistema comercial más balanceado y ético.
En 2004, la organización dio un paso crucial al establecer la certificación de Comercio Justo (FTO). Esta certificación identifica a las organizaciones que practican el comercio justo en todo el mundo, asegurando el cumplimiento de los Principios del Comercio Justo. Estos principios abarcan desde condiciones laborales dignas y salarios justos hasta la protección del medio ambiente y la erradicación del trabajo infantil.
El Día Mundial del Comercio Justo no solo es una celebración, sino también un llamado a la acción. Es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras decisiones de consumo y apoyar activamente a aquellos que trabajan incansablemente para construir un mundo más justo y equitativo. Al adoptar el lema #BusinessRevolution, este año se destaca la importancia de desafiar las prácticas comerciales tradicionales y abogar por un cambio significativo en la forma en que hacemos negocios.
En resumen, el Día Mundial del Comercio Justo 2024 con el lema #BusinessRevolution nos insta a reimaginar el mundo de los negocios. Es una invitación a construir un futuro donde la equidad y la justicia sean los pilares fundamentales de nuestras interacciones comerciales.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias