En Venezuela, una nación donde la mortalidad materna alcanza cifras alarmantes, la celebración del Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada adquiere una significancia aún mayor. Este 31 de agosto, la atención se centra en los cuidados prenatales, crucialmente necesarios para enfrentar un problema que amenaza la vida de las madres y sus bebés.
Conscientes de la situación, expertos como el doctor Daniel Márquez, especialista en Perinatología y Medicina Materno-Fetal del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), destacan la relevancia de una acción temprana. La presencia de patologías como hipertensión arterial crónica, diabetes o inmunodeficiencias agrega un velo de riesgo a los embarazos, obligando a un control médico constante durante todo el proceso gestacional.
Las estadísticas pintan un panorama sombrío. Venezuela ha visto aumentar la mortalidad materna en los últimos años. De 95 muertes maternas por cada 100,000 nacimientos vivos en 2010, se escaló a 112.2 en 2016. Las cifras más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2023 colocan al país en una alarmante tasa de 246 madres fallecidas por cada 100,000 nacimientos vivos, compitiendo en sombría primacía con Haití y algunas naciones africanas.
El enfoque en el control de riesgos se vuelve ineludible. Condiciones maternas y fetales como embarazos múltiples, malformaciones estructurales, preeclampsia y más, acentúan los desafíos obstétricos. El doctor Márquez insiste en la consulta preconcepcional como un paso esencial para evaluar riesgos individuales, solicitar exámenes y preparar el terreno para el embarazo.
Durante la gestación, la vigilancia se convierte en un faro de esperanza. Ecografías especializadas, realizadas trimestralmente, se presentan como herramientas cruciales para un monitoreo efectivo. La resolución y precisión de los equipos de última generación brindan diagnósticos certeros, y el monitoreo fetal electrónico se integra como complemento en el tercer trimestre.
Venezuela enfrenta una encrucijada: proteger la vida de sus madres y futuros ciudadanos exige un enfoque integral en la atención prenatal. La concienciación sobre la relevancia de la atención médica temprana es vital para cambiar la narrativa de la mortalidad materna y asegurar un futuro más seguro para las generaciones venideras.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias