La Asamblea General de las Naciones Unidas ha dado un salto intergaláctico al declarar el 20 de julio como el Día Internacional de la Luna, una fecha histórica que conmemora el icónico alunizaje de la Misión Lunar Apolo 11 en 1969. Este trascendental evento ha sido elegido para sensibilizar y unir a la comunidad mundial en torno a la relevancia de una exploración lunar sostenible.
Con esta resolución, el mundo celebra el coraje y el ingenio de los pioneros que se aventuraron más allá de los límites de la Tierra para dar un paso hacia lo desconocido. La humanidad recuerda con orgullo el famoso discurso de Neil Armstrong: “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”. Ahora, esta declaración de la ONU eleva ese momento histórico a un nuevo nivel, convirtiéndolo en una jornada para inspirar futuras hazañas espaciales.
El Día Internacional de la Luna no solo rinde homenaje al pasado, sino que también destaca la importancia vital de la ciencia y la tecnología espaciales en el presente y futuro. En un mundo cada vez más interconectado, el conocimiento del espacio es fundamental para abordar los desafíos globales y fomentar el desarrollo sostenible. La Luna, como vecina cósmica cercana, ofrece oportunidades para la investigación científica, el descubrimiento de recursos y la posibilidad de establecer bases para futuras misiones interplanetarias.
Al destacar la relevancia de una exploración y utilización sostenibles de la Luna, la ONU busca fomentar la cooperación internacional en la conquista del espacio, promoviendo el acceso equitativo a sus beneficios y la preservación de su frágil entorno. Este día histórico también nos recuerda la necesidad de cuidar y proteger nuestro propio planeta, ya que las lecciones aprendidas de la Luna pueden ser aplicadas para mejorar la vida en la Tierra.
El Día Internacional de la Luna representa un llamado a la acción para gobiernos, instituciones y ciudadanos en todo el mundo. La exploración espacial y sus aplicaciones tecnológicas desempeñan un papel crucial en el avance de la humanidad y en la búsqueda de soluciones innovadoras para los problemas globales. Al unirse en torno a esta fecha significativa, la humanidad se embarca en un emocionante viaje hacia un futuro que abraza el vasto universo y sus infinitas posibilidades. ¡El espacio nos espera y juntos llegaremos más lejos que nunca!
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias