ESET advierte sobre una estafa piramidal que está arrasando en varios países latinoamericanos, utilizando los nombres de gigantes del comercio electrónico como Amazon y MercadoLibre. Esta estafa ofrece una tentadora oportunidad de empleo a medio tiempo, donde los participantes deben enviar pedidos a cambio de comisiones.
Amazon, Mercado Libre, Shopify, Linio o Lazada, son solo algunos de los nombres utilizados por los estafadores para atraer a personas incautas con promesas de dinero fácil desde su teléfono móvil y dedicando tan solo unos minutos al día. Algunos de los engaños identificados por ESET, una empresa líder en detección de amenazas, se hacen pasar por representantes de plataformas reconocidas, mientras que otros no lo hacen. Sin embargo, lo que todos tienen en común es que las víctimas son atraídas para registrarse en una plataforma donde realizarán tareas asignadas, como hacer pedidos virtuales en plataformas de compra para aumentar las ventas y reseñas de productos.
Durante el año pasado y lo que va de este año, el equipo de investigación de ESET ha recibido numerosos informes de personas en América Latina denunciando este tipo de estafas. Los estafadores se ponen en contacto utilizando diversas estrategias, desde anuncios en Facebook y una aplicación fraudulenta de empleo llamada JobGuy (que ahora ha sido eliminada de Google Play), hasta redes sociales como TikTok e incluso mensajes de texto. Estos anuncios suelen llevar a cuentas de WhatsApp o Telegram, donde las posibles víctimas establecen contacto con un supuesto representante que explica en qué consiste el trabajo y cómo pueden comenzar a ganar dinero.
El primer paso para comenzar es registrarse en una plataforma. A continuación, los falsos representantes envían un enlace junto con un código de acceso. Una vez registradas, las víctimas ven un saldo positivo en su cuenta, lo que les permite comenzar a trabajar y “enviar pedidos” de inmediato, generando así comisiones.
Mediante el canal de WhatsApp que ESET ha creado para que las personas puedan informar sobre estas estafas, un individuo de Argentina compartió su experiencia, revelando cómo se vio envuelto en este engaño y terminó perdiendo el dinero que había invertido. Según su testimonio, todo comenzó con un anuncio en Facebook que prometía una oportunidad de trabajo sin experiencia previa, con ganancias de entre 20.000 y 30.000 pesos argentinos (equivalentes a unos 80 dólares) por tan solo dedicar de 15 a 20 minutos al día con su teléfono móvil.
Al hacer clic en “más información”, la víctima inició un chat de WhatsApp asociado a un número de Marruecos (+212). Después de preguntar sobre el empleo, los estafadores respondieron que eran socios de Amazon y que se trataba de un programa de afiliados cuyo objetivo era mejorar las ventas y la reputación de los productos ofrecidos en tiendas virtuales. El trabajo consistía en completar tareas como “aceptar pedidos” de productos en diferentes plataformas de compra para supuestamente “ayudar a las tiendas en línea a aumentar las ventas”. En este caso en particular, la víctima fue redirigida a otra cuenta de WhatsApp con un código de país de Filipinas (+63). Desde esta segunda cuenta, se le envió un enlace de registro a una plataforma junto con un código de registro. Una vez registrada, se le solicitó ingresar su número de teléfono y “otros datos personales”, y se le presentó un repositorio de productos que debía comprar y enviar para comenzar a ganar dinero a través de comisiones.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) es una organización internacional creada en el año 1978 que agrupa a organizaciones no gubernamentales, sociedades científicas y profesionales en el área de la sexualidad humana, cuyo objetivo principal es promover los derechos sexuales, fundamentados en los derechos humanos universales para una adecuada salud sexual. Promueve la salud sexual a través de campañas, eventos y actividades educativas en diferentes regiones del mundo. A continuación mencionamos los derechos sexuales contemplados en los derechos humanos: El derecho a la igualdad y a la no-discriminación. El derecho a la vida, libertad y seguridad de las personas. El derecho a la autonomía e integridad del cuerpo. El derecho a una vida libre de tortura, trato o pena crueles, inhumanos o degradantes. El derecho a una vida libre de todas las formas de violencia y de coerción. El derecho a la privacidad. El derecho al grado máximo alcanzable de salud, incluyendo la salud sexual que comprende experiencias sexuales placenteras, satisfactorias y seguras. El derecho a gozar de los adelantos científicos y de los beneficios que de ellos resulten. El derecho a la información. El derecho a la educación y el derecho a la educación integral de la sexualidad. El derecho a contraer, formar o disolver el matrimonio y otras formas similares de relaciones basadas en la equidad y el pleno y libre consentimiento. El derecho a decidir tener hijos, el número y espaciamiento de los mismos, y a tener acceso a la información y los medios para lograrlo. El derecho a la libertad de pensamiento, opinión y expresión. El derecho a la libre asociación y reunión pacíficas. El derecho a participar en la vida pública y política. El derecho al acceso a la justicia y a la retribución y la indemnización.
En el seno del Congreso mexicano, el enigma de las Momias de Nazca se convirtió en el epicentro de una encendida discusión. El destacado ufólogo Jaime Maussan tomó la escena para presentar dos cuerpos que, según él, desafían la clasificación humana y pertenecen a “seres no humanos”. Imagen de uno de los cuerpos “no humanos” mostrados en MéxicoReuters Los cuerpos, con más de 1.000 años según estudios respaldados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han desatado un debate en torno a su autenticidad y origen. Maussan, firme en su posición, destaca que estos cuerpos no son momias convencionales, sino auténticos cuerpos completos con características singulares que los hacen excepcionales. Sin embargo, la comunidad científica no está completamente convencida y plantea serias dudas sobre la autenticidad de estos cuerpos. La Universidad mexicana, a partir de sus propios estudios, desmiente la afirmación de Maussan sobre la procedencia extraterrestre de los cuerpos disecados. El Instituto de Física de la UNAM sostiene que no hay pruebas concluyentes que los cataloguen como “seres no humanos” o extraterrestres, desafiando así la narrativa presentada en el Congreso. Fuente para la redacción de la noticia: Antena 3