La tecnología de telecomunicaciones 5G promueve una velocidad, una disminución de la latencia y un incremento de la calidad sin precedentes: jugar en línea en plena vía pública o descargar una película completa en segundos mientras se viaja en transporte público, son apenas algunas de las promesas que se convertirán en realidad en breve. Esto se traduce en un incremento notable en los niveles de tráfico donde se estima que seguirá creciendo a un ritmo del 17% anual durante los próximos años.
A esto se suman las exigencias del mercado: un usuario final que demanda cada vez mejores experiencias -sin que importe el dispositivo o el sistema operativo que use-, una necesidad de velocidad sin límites -en especial en mercados como los juegos en línea-, un segmento que se vuelve cada vez más competitivo -basta mirar el mercado de streaming, que pasó de tener un jugador a varias decenas en apenas unos pocos años- y una mayor voracidad por recibir contenidos en cualquier momento y en cualquier lugar, incluyendo las plataformas digitales y los canales de comercio electrónico.
Para anticipar estos desafíos que ya están llegando, Lumen ofrece una solución de extremo a extremo capaz de satisfacer la demanda sin sobresaltos técnicos y garantizando una buena experiencia para el usuario que va desde la captura del contenido -un evento público o en vivo, un contenido bajo demanda- hasta la visualización en la pantalla del usuario final, pasando por el transporte hacia los centros de datos, la preparación para su difusión -contemplando temas como los derechos de autor o los subtítulos- y la distribución, todo eso con el menor delay posible, sin saltos y con alta calidad.
Seguridad, escalabilidad, flexibilidad
Uno de los pilares para lograr este resultado es la CDN (siglas en inglés por “red de distribución de contenidos”), es la pieza clave para resolver los tres grandes dilemas de cara a cómo el usuario recibe su experiencia digital:
El primero, la seguridad. La propia red incluye distintos niveles de protección para resguardar la integridad de las aplicaciones, evitar las intrusiones, evitar la implantación de bots dañinos y eliminar los riesgos de ataques DDoS, que son los más difundidos.
El segundo, la capacidad. Tiene la escalabilidad como para absorber picos y una distribución geográfica con presencia en más de noventa puntos urbanos lo que permite incluso mantener la calidad sin verse superada ante eventos como la actualización masiva de un juego o el estreno de una película a nivel mundial, situaciones que suelen multiplicar la demanda por diez respecto del promedio general.
El tercero, la flexibilidad. Cada vez se incorporan más soluciones de borde para optimizar el rendimiento en cada zona geográfica, con almacenamiento dinámico y actualizable para atender los diferentes perfiles de usuario en distintas regiones.
Cada usuario es un servidor
Un paso más adelante, la existencia de entornos multi-CDN garantiza redundancia en todos los niveles: a medida que los sistemas se vuelven más críticos, es importante que desaparezcan los riesgos de micro cortes o de degradación del desempeño.
Pero existe otro gran pilar en la solución de Lumen: Lumen Mesh Delivery. Combina lo mejor de dos mundos, el de CDN, ya descrito, con el de peer to peer. Esto significa que los dispositivos de los usuarios toman contenido de la red y tienen la capacidad de compartirlo cuando detectan proximidad geográfica. Así, se gana capilaridad y capacidad de distribución. Para lograrlo, utiliza un estándar llamado WebRTC que ya está disponible en los principales navegadores y sistemas operativos.
El resultado mejora en la medida que aumenta el número de usuarios en la red. Es escalable por definición y amplía la cobertura al mismo ritmo en que los dispositivos se distribuyen, cada persona es un potencial servidor. Por supuesto, dispone de una gestión de recursos muy precisa que conoce los límites de cada dispositivo y mantiene la armonía para que esto sea transparente para el usuario.
El 5G impone numerosos desafíos y a la vez promueve incontables oportunidades. Saber sortear los primeros es clave para aprovechar al máximo su potencial.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre de cada año. Esta fecha fue establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad. La celebración de este día busca concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, así como promover la comprensión de sus derechos y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica y la participación plena en la vida social y cultural. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, también desempeña un papel importante en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad a nivel internacional. Este tratado reconoce que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona y destaca la importancia de eliminar las barreras que limitan su participación plena en la sociedad.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.