Para celebrar el 46° aniversario de la primera aparición de la Virgen Reconciliadora de los Pueblos se tiene previsto una Misa solemne y un retiro en el Santuario de Betania
El viernes, 25 de marzo de 2022, con el fin de homenajear a la Virgen bajo una de las advocaciones más queridas por los venezolanos, la Virgen Reconciliadora de los Pueblos, mejor conocida como Virgen de Betania, se tiene previsto llevar a cabo un retiro a cargo del P. Enrique Yanes y una Misa solemne presidida por Mons. Freddy Fuenmayor, y acompañada de varios sacerdotes, actividad que se desarrollará de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. en el Santuario de Betania, ubicado entre Cúa y San Casimiro en el Edo. Miranda.
La Virgen de Betania se apareció por primera vez en territorio venezolano, en esta finca llamada Betania, hoy Santuario Mariano Diocesano Virgen Reconciliadora de los Pueblos, el 25 de marzo de 1976 a la Sra. María Esperanza Medrano de Bianchini, hoy sierva de Dios.
En relación con la vidente y mensajera de la Virgen Reconciliadora de los Pueblos
María Esperanza estaba al borde de la muerte cuando la Virgen se le presentó, diciéndole que ella era su Madre celestial, y que venía a aliviarla y consolarla en la agonía que le producía su enfermedad. Entonces, la Virgen María le habló acerca de la misión de su vida, exhortándola: “Ayúdame a salvar este mundo que se pierde.” La idea de hacerle un encargo de tales proporciones a una persona enferma, postrada en una cama y con solo doce años de edad desafía toda comprensión, sin embargo, con el tiempo, la autenticidad de esta invitación sería verificada.
La primera aparición
Posteriormente, en 1940, nuestro Señor y la Santísima Virgen visitaron a la joven, y le confiaron que algún día iba a obtener un terreno donde la Virgen se aparecería, y que este lugar se convertiría en el centro de una gran misión. En 1974, los esposos Bianchini compraron la Finca Betania y pronto se dieron cuenta que coincidía con las indicaciones de la Virgen. Dos años más tarde, el 25 de marzo de 1976, solemnidad de la Anunciación a María, la Santísima Virgen se le apareció a la sierva de Dios María Esperanza como “María, Virgen y Madre, Reconciliadora de Todos los Pueblos y Naciones”, ochenta amigos que la acompañaban no pudieron verla, pero sí percibieron algunos fenómenos luminosos, tales como: colores y movimientos giratorios del sol. La gente comenzó a visitar el sitio por considerarlo un santuario religioso, lentamente el trabajo para darle gloria a Dios en Finca Betania iba en aumento, pero el gran momento aún no había llegado.
El 25 de marzo de 1984 aproximadamente 150 personas vieron a la Virgen
Cerca de 150 personas se encontraban con la sierva de Dios en Betania el domingo, 25 de marzo de 1984. El grupo participó de la Santa Misa celebrada por el P. Juan Augusto Laborem y luego todos se ubicaron en distintos lugares para comer. Un grupo de niños estaba jugando en la explanada, donde se encuentra la gruta, y sorpresivamente vieron aparecer sobre ella y detrás de la misma a la Santísima Virgen. Se apresuraron todos hacia el sitio de la aparición. Estaban allí comentando lo que había sucedido, cuando nuevamente apareció la Virgen pudiendo ser vista por todos los presentes. Durante esa tarde tuvieron lugar siete apariciones que duraban de 5 a 10 minutos, menos la última, ya al atardecer, que tuvo una duración de aproximadamente media hora.
Aprobación eclesiástica
El mes de noviembre de 1987 fue decisivo para Betania. Desde el 25 de marzo de 1984, Mons. Pío Bello Ricardo, obispo de la diócesis de Los Teques para entonces, había estado estudiando rigurosamente los sucesos acaecidos en Finca Betania, por lo que el día 21 de noviembre de 1987, día de la presentación de la Virgen María en el Templo, dio a conocer su decisión en la forma de una Carta Pastoral, declarando que las apariciones de la Santísima Virgen en Finca Betania eran auténticas, de carácter sobrenatural y origen divino. A través de la voz de Mons. Bello, la Iglesia declaró oficialmente que la Virgen María realmente había visitado Betania, y su decisión también estableció al sitio como lugar sagrado y meta de peregrinación, oración y culto, donde podía realizarse la celebración de la Santa Misa y la Confesión. Esta proclamación cayó en la mitad del Año Mariano de 1987-1988 declarado por san Juan Pablo II.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias