Aunque hace apenas dos meses la más popular de las criptomonedas encaraba el comienzo del nuevo año con la perspectiva de pulverizar sus máximos históricos, lo cierto es que su precio actual se encuentra muy lejos no ya de las optimistas previsiones que lo situaban sobre los cien mil dólares durante el mes de enero, sino que también está bastante alejado de los máximos que alcanzó durante el 2021, y es que ni siquiera un activo tan deseado por los inversores como lo es el Bitcoin es capaz de escapar de acontecimientos que a veces van mucho más allá de lo económico.
Del desempleo en los Estados Unidos a las revueltas de Kazajistán
Uno de los eventos que más hay que tener en cuenta de los útiles calendarios económicos que se utilizan en multitud de inversiones, desde las operaciones en bolsa hasta en el trading de Bitcoin (en el cual el apalancamiento y la volatilidad son ambos elementos de riesgo) y otros activos, es el de la publicación los datos del paro, dado que la previsión y confirmación de unos buenos datos de desempleo pueden ser un signo alcista, mientras que lo contrario podría ser tomado como una señal bajista en la negociación con muchos instrumentos, aunque por supuesto seguir dichas señales no garantizan la ausencia de riesgo para el inversor o para el trader, y en cualquier momento el mercado puede dar un giro de 180 grados. Y precisamente malos o como mínimo mediocres fueron los datos del paro de noviembre en los Estados Unidos, dado que la superpotencia sumo unos trescientos mil nuevos puestos de trabajo menos de lo que se había estimado para ese mes, lo que sumado a la extensión de nueva variante se unieron para que Bitcoin no dejase de perder valor hasta el día de hoy, con la excepción de los lógicos rebotes, por supuesto.
Después llegó la revuelta kazaja de la que todavía falta mucho para conocer totalmente sus causas y consecuencias, pero que, al albergar el país centroasiático la segunda comunidad de criptominería más grande del planeta desde que China prohibió esta actividad en la totalidad de su territorio, ha supuesto un golpe más para Bitcoin, dado que una de las medidas del gobierno para contener la rebelión fué la de cortar internet, arma revolucionaria del siglo XXI por excelencia, y sin internet las granjas de decenas de miles de gráficas no pueden realizar la labor de minar los bloques que permiten liberar nuevas unidades de la valiosa criptomoneda, aunque según las autoridades vayan recuperando el control de la situación es probable que los mineros vuelvan de nuevo a su labor con normalidad.
2022; ¿promesa alcista o amenaza bajista?
Como siempre ocurre cuando se trata de economía, y con mayor intensidad si cabe cuando se habla de criptomonedas, los analistas, muchos de ellos con un buen curriculum profesional, no sólo no se ponen de acuerdo en la cotización que alcanzará Bitcoin durante el 2022, si no que ni siquiera lo hacen en el hecho de si la criptomoneda de Nakamoto crecerá de forma espectacular o si perderá gran parte de su valor en una reedición revisada y ampliada de lo ocurrido en el 2018, cuando Bitcoin llegó a perder más de un ochenta por ciento de su valor.
Según el inversor y youtuber Carl Runefelt Bitcoin podría alcanzar la mágica cifra de los trescientos mil dólares para finales del presente año, aunque para después también auguró un largo periódo de mercado bajista, lo que presentaría un escenario similar al que se vivió tras el máximo de 2017 y la caída del 2018, dado que el criptomercado no volvió a coger impulso hasta la llegada de la pandemia del 2020.
En el otro extremo del espectro de las opiniones sobre el futuro de Bitcoin está la de aquellos que ven grandes similitudes entre el mercado de las criptomonedas y la burbuja de las puntocom, burbuja que al estallar hizo perder al índice Nasdaq 100, índice que reúne a las cien tecnológicas más valiosas de los Estados Unidos, hasta tres cuartas partes de su valor, aunque no es menos cierto que el Nasdaq vale hoy en día unas cuatro veces más de lo que llegó a valer en el pico de la burbuja de las puntocom, así que es difícil saber qué ocurrirá en el futuroincluso en el caso de que las criptomonedas pierdan buena parte de su valor en el corto o medio plazo.
La Organización de las Naciones Unidas proclama el 18 de septiembre como Día Internacional de la Igualdad Salarial, con la finalidad de resaltar la importancia de equipar la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. La igualdad salarial o igualdad de remuneración se refiere al derecho de hombres y mujeres a recibir una remuneración equitativa por trabajos de igual valor. Este concepto considera factores como competencias, condiciones laborales, calificaciones y niveles de responsabilidad en el desempeño del puesto. Además, la igualdad salarial refuerza los derechos humanos y la igualdad de género, y cuenta con el respaldo de actores clave como la comunidad internacional, la sociedad civil, agencias de ONU Mujeres, los Estados Miembros y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Como antecedente histórico, tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951 se estableció el Convenio sobre Igualdad de Remuneración, reconocido como el primer instrumento internacional que impulsó la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral, ocupando posiciones en la primera línea de producción en varios países. La creación de este convenio surgió como respuesta a la desigualdad salarial, vista como una clara forma de discriminación laboral. Este hito marcó el comienzo de un avance significativo hacia una mayor igualdad de género en el mercado laboral, estableciendo las bases para eliminar brechas económicas y promover un entorno laboral más justo e inclusivo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La leyenda de Rómulo y Remo narra la historia de los fundadores míticos de Roma. Según el relato, Ascanio, hijo del héroe troyano Eneas, estableció la ciudad de Alba Longa a orillas del río Tíber. A lo largo de los años, sus descendientes reinaron sobre esta ciudad, hasta llegar a Numitor y su hermano Amulio. Amulio destronó a Numitor y, para evitar que tuviera descendencia que reclamara el trono, obligó a su hija, Rea Silvia, a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta, asegurando así su virginidad. Sin embargo, Marte, el dios de la guerra, se unió a Rea Silvia, quien dio a luz a los gemelos Rómulo y Remo. Temiendo por su vida, Amulio ordenó que los recién nacidos fueran arrojados al Tíber en una canasta. La corriente los llevó hasta la zona de las siete colinas, cerca de la desembocadura del Tíber. Allí, una loba llamada Luperca los descubrió mientras bebía agua. Ella los llevó a su guarida en el Monte Palatino y los amamantó hasta que un pastor los encontró. El pastor y su esposa criaron a los mellizos, quienes al llegar a la adultez restauraron a Numitor en el trono de Alba Longa. Rómulo y Remo decidieron fundar una nueva ciudad como colonia de Alba Longa en el lugar donde la loba los había protegido. Así nació Roma, con Rómulo y Remo como sus primeros reyes. El mito de la loba que amamantó a los gemelos ha sido objeto de diversas interpretaciones. Algunos creen que la loba fue en realidad una mujer que cuidó de ellos, ya que el término latino “lupa” también se usaba para referirse despectivamente a las prostitutas de la época. Este relato, cargado de simbolismo, es fundamental para entender el origen mítico de una de las civilizaciones más influyentes de la historia. https://www.tiktok.com/@mscnoticias