Desde el año 2008, cada 30 de agosto se le rinde homenaje al pez más grande del mundo gracias al Día Internacional del Tiburón Ballena, el cual se proclamó en la II Conferencia Internacional del Tiburón Ballena que tuvo lugar en México. Allí 40 países se comprometieron a poner todo su esfuerzo en proteger y ayudar a este espécimen a no extinguirse.
El Día Internacional del Tiburón Ballena, se creó con la intención de concienciar a las personas de todo el mundo sobre el peligro que acarrear la pesca ilegal, la contaminación de los mares, el tráfico de embarcaciones y el turismo no sostenible, en la vida de estos enormes titanes del océano que se encuentran al borde de desaparecer para siempre de nuestro planeta.
El tiburón ballena, es el pez más grande del mundo, según la Organización Internacional de Conservación Marina Oceana. Puede llegar a medir hasta 20 metros de longitud y pesar más de 34 toneladas. Este enorme ejemplar no es carnívoro, sino que se alimenta principalmente de plancton, que son organismos diminutos tanto vegetales como animales que logra retener y filtrar por medio de sus branquias.
En cuanto a su aspecto, lo primero que hay que destacar es la coloración de su piel es gris con rayas y puntos blancos, lo que le ha ganado el apodo de pez damero o dominó. Además de esto, su cuerpo es largo y angosto pero su cabeza es ancha y plana, terminando en una enorme boca desprovista de dientes. Sus ojos son pequeños y están ubicados a los extremos laterales de su cabeza.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre de cada año. Esta fecha fue establecida por las Naciones Unidas con el objetivo de promover la inclusión y la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad en todos los aspectos de la sociedad. La celebración de este día busca concientizar a la población sobre los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad, así como promover la comprensión de sus derechos y la necesidad de garantizar un acceso equitativo a la educación, el empleo, la atención médica y la participación plena en la vida social y cultural. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, también desempeña un papel importante en la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad a nivel internacional. Este tratado reconoce que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que cualquier otra persona y destaca la importancia de eliminar las barreras que limitan su participación plena en la sociedad.
El Día de los Muertos es una festividad tradicional mexicana que tiene raíces profundas en la cultura indígena precolombina de México, especialmente entre los pueblos aztecas, mayas, purepechas y totonacas. Esta celebración se lleva a cabo el 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos en el calendario católico, lo que es una muestra de la fusión de las tradiciones indígenas y europeas después de la conquista española en el siglo XVI. Las razones por las cuales se celebra el Día de los Muertos en México son variadas: Conexión con las creencias indígenas: Los pueblos indígenas de México tenían una profunda conexión con la muerte y creían que la vida después de la muerte era una parte natural del ciclo de la vida. Celebraban a sus muertos a través de rituales y ofrendas mucho antes de la llegada de los españoles. Sincretismo religioso: Después de la conquista española, la religión católica se combinó con las creencias indígenas para dar lugar a esta festividad. Los colonizadores españoles intentaron reemplazar las creencias indígenas con las suyas, pero en lugar de erradicar las tradiciones preexistentes, se incorporaron elementos católicos en la celebración de los muertos. Homenaje a los seres queridos fallecidos: El Día de los Muertos es una forma de honrar y recordar a los seres queridos que han fallecido. Las familias crean altares o ofrendas que incluyen fotos, velas, flores, alimentos y objetos personales de los difuntos para recibir sus espíritus y celebrar su memoria. Celebración de la vida: Aunque pueda parecer paradójico, el Día de los Muertos no es una festividad triste, sino más bien una celebración de la vida. Se cree que durante estos días, los difuntos regresan a visitar a sus seres queridos, y se les recibe con música, baile y comida. Conservación de la identidad cultural: El Día de los Muertos es una de las festividades más importantes en la cultura mexicana, y su celebración contribuye a la preservación de las tradiciones y la identidad cultural del país. En resumen, el Día de los Muertos en México es una festividad arraigada en las creencias indígenas, el sincretismo religioso y la conexión con los seres queridos fallecidos. Es una celebración única que combina elementos de alegría, respeto y espiritualidad, y juega un papel importante en la cultura mexicana.