**Un bebé de 2 años recibe a través de la leche materna hasta el 45% de las proteínas y vitaminas que necesita, según la doctora Eunice Lample, neonatóloga del GMSP.
Bajo el lema “Proteger la Lactancia” arranca la Semana de la Lactancia y, como particularidad, a partir de este año, agosto se declara como el mes Dorado, afianzando la importancia de la lactancia materna para el desarrollo del niño saludable.
Para Eunice Lample, médico pediatra, neonatóloga del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), y coordinadora de la Red Internacional de Grupos de Acción pro Alimentación Infantil (IBFAN) – Venezuela, es necesario que el mundo ponga su mirada sobre la necesidad de garantizar una alimentación infantil óptima.
“Llevamos 30 años celebrando la lactancia materna a nivel mundial; por cierto, con una dimensión tal que, este tema forma parte de los 17 objetivos del desarrollo sustentable. La leche materna es el único componente vivo que vamos a ingerir en nuestras vidas, está en constante cambio durante el día, y ofrece toda la protección frente a enfermedades infecciosas que puedan afectar al bebé. Un niño amamantado es más sano, se enferma menos y puede recuperarse más rápido si sufre alguna enfermedad”, apunta Lample quien es consultora internacional certificada de lactancia materna.
Explica que, durante los primeros seis meses de vida del bebé, debe darse lactancia materna exclusiva, incluso sin aportar agua. Luego, se irán incorporando paulatinamente frutas, vegetales y proteínas cárnicas.
“El niño puede amamantar hasta pasados los dos años y recibirá el 45% de las vitaminas y proteínas que necesita de la leche materna. Incluso, una madre desnutrida puede hacerlo, pues su leche sigue teniendo un alto valor biológico. El único cambio es que la frecuencia de la alimentación será mayor para poder compensar las necesidades del bebé.”
Más espacios amigables para la lactancia
En Venezuela, la actual Ley de Lactancia Materna que se encuentra en revisión para ampliar los tiempos de lactancia, establece la promoción de espacios amigables para la lactancia, especialmente en los casos en los que los bebés deben permanecer hospitalizados.
En tal sentido, la doctora Lample, quien es además especialista en la Técnica Canguro, explica que en el caso del GMSP, no sólo se estimula el uso de la sala de lactancia, sino además el apego precoz con el bebé.
“Se trata de espacios donde la madre puede extraer su leche para luego darla a su bebé. Allí recibe información y apoyo para estimular la lactancia materna. Pero además, se practica el apego precoz dentro del quirófano. Ese es el primer encuentro entre bebé, madre y padre. El niño debe estar en el tórax de mamá, procesar su microbiota, tener la conexión. Ya habrá tiempo para limpiarlo, para pesarlo y tallarlo. Ese tiempo es para el bebé”.
Detalla que el apego precoz debe mantenerse durante el proceso de recuperación del parto. “El bebé no debe separarse de la madre, no hay un lugar más seguro que sus brazos; por eso deben ir junto a sala de recuperación y luego practicar el alojamiento conjunto hasta el momento de partir del centro asistencial”.
El GMSP ha practicado desde su puesta en funcionamiento la Ley de la Lactancia Materna, el apego precoz y el alojamiento conjunto como estrategias para favorecer la conexión entre padres y bebe.
Más lactancia durante la pandemia
Por otra parte, la doctora Lample destaca que durante la pandemia, la presencia de las madres en casa, incluso mientras trabajan, ha favorecido que se practique mucho más la lactancia materna, aunque indicó que, la industria láctea infantil ha desplegado campañas por las redes sociales promoviendo la falsa creencia de que la leche materna puede contagiar de Covid al bebé. “Eso no es cierto. La OMS ha señalado que la madre, incluso con Covid, puede lactar y eso no pone en riesgo al bebé, por el contrario el bebé recibe anticuerpos”.
Finalmente, la especialista señala además que la lactancia es una acción ecológica que no requiere de electricidad ni de agua potable. “Amamantar es saludable para el planeta, disminuye la presencia de teteros, latas de fórmulas, tetinas. Incluso de toallas sanitarias porque se retrasa la menstruación de la madre además tenemos niños más sanos. Nada como la alimentación natural. ”.
El tercer lunes de enero es el día más triste del año. El Blue Monday, o Lunes Triste, es un fenómeno que ha capturado la atención de muchos, especialmente a nivel emocional y psicológico. Según el psicólogo Cliff Arnald, este día, que ocurre el tercer lunes de enero, es considerado el más triste del año. La combinación de factores emocionales y físicos que afectan a las personas durante este período contribuye a que muchos lo vivan con un sentimiento de depresión o desánimo. Tras las celebraciones navideñas, muchas familias aún no se han recuperado, tanto a nivel económico como emocional. Los excesos durante las fiestas, la falta de rutinas y el descontrol de la temporada festiva generan un desequilibrio en la vida diaria de las personas. A esto se suma la presión de los propósitos de Año Nuevo, que suelen parecer más difíciles de alcanzar conforme avanzan los días. Las metas, que en un inicio se veían como una motivación, se convierten en un recordatorio de las dificultades por superar, lo que provoca una profunda decepción. Este contexto emocional se ve reflejado en un alto índice de personas que sienten que sus expectativas para el inicio del año se desmoronan rápidamente. El Blue Monday se convierte así en un día emblemático para aquellos que se enfrentan a esta realidad emocional. Sin embargo, más allá del fenómeno en sí, es importante considerar que este sentimiento de tristeza puede ser superado si se cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentar los desafíos personales, laborales y emocionales. Es fundamental reconocer este fenómeno como un proceso natural y tomar conciencia de la importancia de la salud mental para poder seguir adelante con una actitud positiva y resiliente. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
La celebración del Espíritu de la Navidad es una tradición que combina elementos espirituales y culturales, especialmente popular en varios países de América Latina y algunas partes de Europa. Esta festividad ocurre el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio norte, marcando el día más corto y la noche más larga del año. Se considera un momento de reflexión, renovación y apertura para atraer energías positivas, armonía y prosperidad. Origen y significado Aunque no tiene un origen religioso específico, la celebración está vinculada al simbolismo de la luz que vence a la oscuridad, un concepto presente en muchas culturas. En esta fecha, se invita al Espíritu de la Navidad, una entidad simbólica asociada con la abundancia, el amor y la paz, a llenar los hogares con bendiciones. Rituales comunes Durante la noche del 21 de diciembre, las familias suelen reunirse para realizar rituales que promuevan la armonía y la prosperidad. Algunos de estos incluyen: Escribir deseos: Se escriben en papel los anhelos para el próximo año, tanto personales como colectivos. Limpiezas energéticas: Se realizan limpiezas en el hogar con incienso, velas aromáticas o aceites esenciales para atraer buenas energías. Cena especial: Se comparte una comida sencilla, generalmente vegetariana, en un ambiente de gratitud. Donaciones: Se fomenta el acto de dar, ya sea con regalos simbólicos o ayuda a quienes lo necesitan. Significado actual Hoy en día, el Espíritu de la Navidad es visto como una oportunidad para conectarse con lo esencial, reflexionar sobre el año que termina y proyectar intenciones positivas para el futuro. Más allá de las creencias personales, es una práctica que invita a valorar la gratitud, el amor y la generosidad como pilares para iniciar un nuevo ciclo. https://www.tiktok.com/@mscnoticias