De cada tres personas, una tendrá cáncer
“La medicina oncológica cada día exige más porque el cáncer es una enfermedad en ascenso, aun cuando la ciencia ha avanzado mucho para tratar de frenarla”.
La primera complejidad de la medicina y la oncología es que el cáncer ha aumentado y es la segunda causa de muerte con una morbilidad masiva. De cada tres seres humanos, uno va a tener cáncer. Por ello hay que trabajar en la prevención, educación e información de diagnóstico. “También basados en nuevos paradigmas para posteriormente, aplicar la terapéutica necesaria”.
La información la suministra Vladimir Galavís, cirujano oncólogo, egresado de la Escuela de Medicina José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela. Tiene un fellow ship en cirugía oncológica, en el Memorial Sloan Kettering Center de Nueva York. Forma parte del equipo de oncología del Centro Diagnóstico Docente, CDD Las Mercedes, dirigido por Wilson Mourad, médico cirujano, especialista en vías digestivas.
Un equipo multiespecialidades
Señala Galavís, que al paciente lo atiende un equipo, que se reúne en forma permanente para abordar los casos oncológicos. Está formado por cirujanos oncólogos, oncólogos clínicos, oncólogos radioterapeutas, radiólogos, paliativistas, patólogos y otras subespecialidades, quienes no necesariamente son oncólogos, pero ofrecen información de mucho valor.
La cantidad de disciplinas médicas para trabajar un mismo fin y en contra de un mismo agresor es porque para atender esta dolencia, se necesita una formación sólida, de calidad y constante.
Este grupo trabaja bajo el paraguas de una tecnología de punta en diagnóstico: resonadores, tomógrafos, ultrasonografía y CT-PET y en terapéutica, tanto la cirugía, como la radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia, entre otros, amparados todos en imágenes de calidad superior. Hablamos de asistencia, docencia e investigación.
Siempre será una oportunidad vital para el paciente contar con tecnología de punta: estudios radiológicos diagnósticos, cito genética, biología molecular, morfología con inmunohistoquímica y un equipo médico de primera. “Un buen diagnóstico, -afirma el especialista-, se traduce en una efectiva terapéutica, según sea el caso.
“Todo ese conocimiento y experiencia está al servicio del paciente, – dice el especialista-, el cual se combina para que todos participemos. Se hace la presentación del caso; el diagnóstico, se decide la terapéutica a aplicar y ello obliga a mantenernos informados, actualizados, conectados y pendientes de los pacientes que son la razón de ser del médico profesional y ético”.
Galavís apoya en la formación de los jóvenes profesionales de la medicina, razón por la cual está liderando este Proyecto como parte de una labor creativa y sustentable, que pasa por invitar a las nuevas generaciones a estudiar, a actualizarse y a las operaciones que realiza, a fin de dejar un legado de conocimiento y perseverancia.
“Este equipo crecerá próximamente, cuando se agregue a la estructura la biología molecular, la genética y la patología. Es un servicio que estamos diseñando para hacerlo una realidad”, concluyó Galavís.
En el mundo de la genética, existe un misterioso desorden que desafía las expectativas y despierta la curiosidad de muchos: el Síndrome de Edwards, también conocido como Trisomía 18. Este trastorno genético se caracteriza por la presencia de un cromosoma extra en el par 18, llevando consigo una serie de alteraciones físicas que marcan el inicio de un camino lleno de desafíos. En condiciones normales, los seres humanos poseen un total de 46 cromosomas, heredados de ambos progenitores. Sin embargo, cuando esta carga genética se ve alterada, emergen condiciones como el Síndrome de Edwards, impactando significativamente la vida del individuo afectado y de sus seres queridos. Los síntomas del Síndrome de Edwards pueden variar desde anomalías cardíacas y renales hasta malformaciones en diferentes partes del cuerpo. Este complejo cuadro clínico conlleva a una alta tasa de mortalidad en la etapa neonatal, siendo muchos los niños que no sobreviven más allá de su primer año de vida. Sin embargo, aquellos que superan esta etapa inicial enfrentan desafíos continuos en su desarrollo y calidad de vida. A pesar de las adversidades que presenta, el Síndrome de Edwards no define la totalidad de la vida de quienes lo padecen. Familias y comunidades se unen en un esfuerzo inquebrantable para brindar apoyo y amor a aquellos afectados, buscando mejorar su calidad de vida y promover su inclusión en la sociedad. El diagnóstico precoz juega un papel crucial en la gestión de esta condición. La detección temprana permite acceder a intervenciones médicas y terapias que pueden mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente. Además, brinda a las familias la oportunidad de recibir el apoyo necesario y prepararse para los desafíos que enfrentarán. En un mundo donde la diversidad genética es una realidad, es fundamental aumentar la conciencia sobre condiciones como el Síndrome de Edwards. Cada individuo merece comprensión, respeto y acceso a los recursos necesarios para alcanzar su máximo potencial, independientemente de sus diferencias genéticas. En conclusión, el Síndrome de Edwards es mucho más que una anomalía cromosómica; es un recordatorio de la diversidad y fragilidad de la vida humana. A través del conocimiento, la compasión y el apoyo, podemos crear un entorno más inclusivo y comprensivo para aquellos que enfrentan este desafío genético. https://www.tiktok.com/@mscnoticias
En diversas tradiciones esotéricas, místicas e iniciáticas, el trigo puede tener diversos significados simbólicos. Es importante tener en cuenta que estas interpretaciones pueden variar según la cultura, la religión o la corriente esotérica específica. A continuación, se presentan algunas interpretaciones comunes asociadas al trigo en contextos esotéricos e iniciáticos: Símbolo de Abundancia y Prosperidad: El trigo, al ser un alimento básico y esencial en muchas culturas, a menudo se asocia con la abundancia y la prosperidad. En este contexto, puede representar la nutrición espiritual y el crecimiento interior. Ciclo de Vida y Renacimiento: La planta de trigo pasa por diferentes etapas de crecimiento, desde la siembra hasta la cosecha. Este ciclo puede interpretarse como un símbolo del viaje espiritual, con la siembra representando el inicio de la búsqueda espiritual, el crecimiento simbolizando la evolución y la cosecha representando la realización espiritual. Ofrenda y Sacrificio: En algunas tradiciones esotéricas, el trigo ha sido utilizado como ofrenda simbólica o como parte de rituales de sacrificio. Puede representar la disposición del individuo a ofrecer algo valioso como parte de su camino espiritual. Conexión con lo Divino: Dado que el trigo ha sido un alimento fundamental en la dieta humana desde tiempos antiguos, su presencia en rituales y ceremonias puede simbolizar la conexión entre lo divino y lo terrenal. Puede representar la idea de que la espiritualidad está intrínsecamente conectada a la vida cotidiana. Elemento en Rituales de Iniciación: En algunos sistemas iniciáticos, el trigo puede desempeñar un papel simbólico durante los rituales de iniciación. Puede representar la pureza, la transformación y el renacimiento espiritual del individuo que está siendo iniciado. Es importante recordar que estas interpretaciones pueden variar y que la comprensión del simbolismo del trigo puede depender del contexto cultural y espiritual específico en el que se encuentre. Además, la interpretación personal y la experiencia individual también desempeñan un papel significativo en la comprensión de estos símbolos en el ámbito esotérico e iniciático. https://www.tiktok.com/@mscnoticias